Respira
Por Areli Paz
Polarización: decisión personal de actuar y opinar desde los extremos.
México no había estado tan polarizado como ahora, frase recurrente de conversaciones eternas en las que comenzamos revueltos en la mesa y que terminamos sentados de esquina a esquina solo con nuestros afines.
Amistades perdidas, conversaciones rotas, enojos innecesarios y defensas irracionales.
¿Estamos más divididos que antes? No. La desigualdad, el racismo y el clasismo siempre han estado latentes, siempre golpean a la sociedad pero en algún punto de soberbia creímos que los mexicanos lo habíamos superado.
Frecuentemente la condición humana y nuestras relaciones interpersonales nos llevan a este lado cómodo de nuestra verdad y absolutismo para tratar de proteger nuestras ideas e intereses. Peor aún tratando de convencer a los de junto sin entender que cada contexto de vida es distinto, esa frase de cada quien habla como le va en la feria es base para entender desde dónde opinamos.
Lo que estamos es más politizados, o creemos estarlo por la ventaja que nos han dado las redes sociales de opinar de lo que sea, cuando sea y como sea. Lo de democratizar la opinión pública a partir de ser todos iguales en una red nos ha confundido de lo que significa operar en la vida real, esa que a diario nos da cachetadas de verdad y en la que tendríamos que concentrar la solución de problemas.
Por eso es tan importante entender las palabras y su sentido, sobre todo cuando se trata de definiciones políticas.
Los afines a Morena sienten que Obradorizar al país es una buena opción, es darle justicia, verdad y hasta ese toque especial de un líder.
Los políticos que hoy ostentan el poder están decididos a no perderlo, cueste lo que cueste, incluso perpetuar la imagen de López Obrador para mantener vivo su legado, uno que por cierto está a discusión debido a lo grave de algunas decisiones y resultados.
Obradorizar no es un estilo de vida porque si fuera así, tendría este gobierno que dar condiciones para que todos tuvieran su casa gris y una empresa de chocolates de la que florezcan millonarios como en macetas.
Obradorizar es solo una figura que pretenden eternizar aquellos que han perdido la capacidad del debate frente a la realidad, es un sistema político, una forma de gobierno que puede gustarnos o no, pero hoy ha sido efectivo para garantizar al menos un sexenio más.
El revoltijo de conceptos hacen ruido en la sociedad. Por eso es tan importante que todos aquellos que se dicen “politizados” lean, escuchen y salgan a la calle, que recorran un país de muchos países en donde la realidad es mucho más cruel, dura y difícil que una mañanera de 3 horas.
Al final, mi “sospechosismo” me lleva a pensar que la palabra Obradorizar terminará siendo en México un sinónimo de polarización, religión para algunos y sacudida de otros.
No nos quedemos en las frases, los ciudadanos hemos demostrado hacer más y mejor cuando unimos fuerzas en eso que nos interesa. Sea lo que sea en beneficio de todos.
Polarizar es muy peligroso, podemos sin querer generar micro ambientes violentos de los que será muy complicado salir. Y si algo tenemos que frenar en este país es la violencia y es responsabilidad de todos.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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