Respira
Por Caryn G. Davis
América Latina brilla gracias a la fortaleza y el inquebrantable compromiso de su gente. Cuando a las personas se les incentiva procurando su equilibrio profesional, dicha fortaleza y compromiso pueden impulsar un notable aumento en la productividad de las empresas.
Asimismo, al considerar la brecha de género, encontramos que las mujeres dedican un tiempo significativo a tareas de cuidado no remuneradas, lo que representa no sólo un desafío en su equilibrio profesional, sino también una restricción en su potencial productivo y personal.
Por ello, durante toda mi carrera en recursos humanos he procurado crear entornos que promuevan el desarrollo del talento de todos los colaboradores, cuidando su calidad de vida y, en especial, la de aquellas mujeres que están en constante búsqueda de superación y oportunidades para brillar.
Al igual que podemos esforzarnos por entrenar físicamente y ganar mayor fuerza o resistencia, también podemos trabajar en nuestras habilidades profesionales y mejorar hasta alcanzar o superar nuestras aspiraciones. Sin embargo, para lograrlo es necesario contar con los estímulos adecuados y cuidar el balance de vida correcto con el fin de sacar el máximo provecho a nuestro potencial.
Es aquí en donde las empresas pueden convertirse en el mejor aliado de las personas imparables que conforman esta mágica región para revelar su inmenso potencial profesional, en particular si se trata de mujeres.
Según el Fondo Monetario Internacional, sólo el 52% de las mujeres en América Latina participan en el mercado laboral, lo que contrasta con el hecho de que el 40% de los hogares en la región están encabezados por mujeres, de acuerdo con la Organización Mundial del Trabajo.
Asimismo, el estudio global de The Economist “How motherhood hurts careers” señala que el 24% de las madres abandona su trabajo después del primer hijo, mientras que el 17% no regresa a la vida laboral después de 5 años.
Estos datos confirman que convertirse en nuestra mejor versión profesional puede ser un gran desafío, particularmente para las mujeres.
Reconozco lo afortunada que soy al retomar mi trayectoria profesional tres veces después de dar a luz a mis hijas e hijo, logrando mantener mi puesto de liderazgo en la empresa pese a las estadísticas desfavorables. Tener una visión corporativa global que reconozca la importancia de alinear las aspiraciones personales y profesionales marcando la diferencia en el desarrollo del talento humano es un factor determinante en casos como el mío y el de muchas otras.
Las empresas que buscan detonar el máximo potencial de sus colaboradores deben asegurarse tanto de atraer talento como de retenerlo. A fin de cuentas, un colaborador talentoso únicamente se quedará en una compañía que le valora y se lo hace saber.
Ayudar a alguien que cuenta con un potencial imparable a armonizar su vida profesional con la personal no sólo es posible, sino redituable para toda empresa. De ahí la importancia de innovar por medio de estrategias integrales que consideren factores como las etapas de vida de las personas, la riqueza que está en la diversidad, el conocimiento de sus fortalezas profesionales e incluso los valores culturales de cada país.
En mi carrera profesional he procurado tener en cuenta estos elementos al momento de crear entornos y políticas laborales internas que canalicen el talento de nuestro equipo de colaboradores para hacer una diferencia positiva en el mundo.
Hoy en día me alegra saber que cada vez más empresas en América Latina están esforzándose por reconocer el valor y el arduo trabajo de las personas que componen sus equipos. No obstante, el camino sigue mostrando claras oportunidades hacia un futuro que permita el desarrollo laboral de las nuevas generaciones. Nuestro objetivo debe ser construir una comunidad de profesionales globales con base en el respeto, la equidad y el reconocimiento de que el cuidado del talento humano es lo más importante para cualquier empresa.
Caryn G. Davis,
Vicepresidente Senior de Recursos Humanos para Coca-Cola América Latina
LinkedIn: Caryn Davis
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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