Por Dayana Aronovich

En México, la familia es una institución clave que trasciende el ámbito personal para convertirse en un pilar fundamental del éxito empresarial. No es casualidad que entre el 83% y el 90% de las empresas en el país sean familiares, según datos del INEGI. Estas empresas, en su mayoría pequeñas y medianas (pymes), generan el 67% del empleo en el país y contribuyen con más del 75% del Producto Interno Bruto (PIB). Dentro de este vasto panorama, mi hermana Dafna y yo hemos tenido la fortuna de ser parte de esta realidad con nuestra empresa, U Can.

Cuando comenzamos este viaje empresarial con una inversión inicial de tan solo 20 mil pesos, nunca imaginamos que llegaríamos a ver nuestra empresa valuada en 15 millones de pesos. Este éxito no ha sido fácil, pero lo que nos ha sostenido es la unión y la confianza que siempre hemos compartido como hermanas.

Trabajar con Dafna ha sido un viaje enriquecedor, aunque también desafiante. Tener a mi hermana como socia significa contar siempre con alguien en quien confiar y con quien compartir una visión común. Este lazo nos ha permitido enfrentar juntas los desafíos del mercado, sabiendo que podemos contar la una con la otra en cualquier situación.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.