Por Ericka Castillo
La Realidad Detrás del Rol de Madre: Durante un par de años, había tenido numerosos diálogos internos que me impedían disfrutar de la vida como solía hacerlo antes: de manera despreocupada, libre y sin compromisos.
Fue en una noche de domingo cuando recibí una llamada de mi madre. Durante esa conversación, me recordó que estaría conmigo el siguiente domingo para celebrar mi cumpleaños. En ese momento, el tiempo pareció detenerse y no pude evitar reflexionar sobre la cercanía de mi cumpleaños número 39. Comenzó un bombardeo de pensamientos acerca de lo que aún me faltaba por lograr, tener o experimentar.
Fue en ese instante que sentí que el llamado de "La abuelita" (AYAHUASCA) me había elegido, y decidí tomarla por primera vez.
Antes de la ceremonia, pasé por una evaluación para determinar si era apta que resultó favorable y requería una preparación previa, que incluía restricciones como evitar consumir carne roja, abstenerme de tener relaciones sexuales, no consumir alcohol, quesos ni alimentos fermentados, etc. También era fundamental tener claras las intenciones, ya que trabajaríamos con ellas durante más de 8 horas de introspección. Mis preguntas eran: ¿Quiero casarme?¿Quiero ser madre?¿Qué deseo hacer profesionalmente? y ¿Por qué soy un elemento femenino en esta vida?". Estas interrogantes eran las más relevantes en mi mente. Durante la ceremonia de ayahuasca, recibí respuestas a todas ellas mientras lloraba sin cesar.
Es importante mencionar que las plantas maestras se dividen en tres tipos: limpieza, purga y maestra, y la ayahuasca cumple con estas tres premisas. Fue en ese momento que experimenté un cambio radical en mis preferencias, desencadenando una revolución de preguntas internas que, con el tiempo, se convirtieron en mis guías y principios para una nueva versión de mí misma. La maternidad era uno de esos elementos presentes, algo que deseaba pero que al mismo tiempo me generaba gran apatía y miedo debido al compromiso y la responsabilidad que conlleva. En ese momento, también puse fin a una relación que partió mi corazón en dos, lo que me permitió conectarme con una vulnerabilidad y fragilidad que nunca antes había experimentado. Repudiaba esos sentimientos, ya que crecí en un mundo en el que la masculinidad me enseñó a buscar la independencia económica y la supervivencia, creando en mí una versión masculina de mí misma.
Hoy en día, comprendo que la hembra es la que se embaraza, el macho no. En relación a la energía masculina y la femenina, la vulnerabilidad y la fragilidad son características femeninas fundamentales para convertirse en una tierra fértil. Mi desapego hacia la maternidad en ese momento conspiró para que energéticamente no tuviera expectativas de conseguirla. De manera inesperada, el universo me otorgó la maternidad sin buscarla, en una forma, momento y contexto que jamás imaginé. A los 42 años, mientras experimentaba un importante cambio laboral, me convertí en madre y en ese instante experimenté una montaña rusa emocional. Mi vida cambió en su esencia, en su fondo y en su forma.
Todo lo que alguna vez pensé que sería no se comparaba con la realidad. A partir de ese momento, me convertí en una observadora de mi entorno. Dondequiera que fuera, comencé a ver una cruda realidad llamada irresponsabilidad y ausencia de uno de los padres en los núcleos familiares, generalmente hombres que no asumen la responsabilidad de sus acciones sexuales dejando la crianza a solteras, casadas, divorciadas, con argumentos o excusas tipo "no tengo" y "no puedo" . Esto las lleva a colapsar, enojarse y romperse una y otra vez en una sociedad que -en su mayoría- normaliza la paternidad mediocre.
Es así como surge The Dark Side of the Mom, un proyecto dedicado a explorar los rincones más profundos relacionados con la oscuridad que se experimenta al convertirse en padres en una sociedad en la que, debido a cuestiones de género, se espera que la madre sea el soporte sin soporte, las horas y los días están destinados a no permitir que las madres persigan sus sueños y anhelos personales, ya que parece que dejan de existir cuando crían a sus hijos en solitario.
Es hora de hablar con claridad y dejar de romantizar las terminologías. En la actualidad, en México, existe una población femenina cansada de aparentar. Es importante hablar con sinceridad sobre la maternidad y no temer expresar las realidades crudas y sacrificadas que conlleva, incluyendo los cambios corporales, físicos, emocionales, laborales, existenciales, alimentarios y los ciclos circadianos, por mencionar solo algunos.
"The Dark Side of the Mom" es un grupo de mujeres creadoras, realistas, arquitectas del arte del Maternar en una cultura que las llama "luchonas". "Lo Obscuro de la Maternidad" es una denominación de origen.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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