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Por Fátima Castañeda Ortiz

Mi nombre es Fatima Castañeda Ortiz, vivo Zacatecas, Zacatecas y desde pequeña he tenido la convicción de superarme día con día sin importar los obstáculos que se interpongan, prueba de ello es que desde hace 8 años he trabajado y estudiado a la par siendo una alumna con buen promedio. En la licenciatura tuve una maestra que cada semestre nos pedía plasmar en la libreta nuestras metas a futuro para lo cual indudablemente yo escribía que mi sueño era estudiar un posgrado adjuntando los pasos que tendría que seguir para lograrlo.

Como sabía que el estudiar un posgrado es un proyecto de vida y requiere una gran dedicación me preparé con antelación cumpliendo los requisitos para ser admitida; así, el 28 de febrero del presente año finalmente me pre inscribí al posgrado que yo deseaba cursar, en ese momento CONAHCYT ya había publicado su convocatoria 2023 y el posgrado que yo elegí SÍ formaba parte de los acreedores a becas de manutención federal con vigencia de su evaluación hasta el 31 de diciembre de 2023.

Acudí de manera presencial a mis cursos pre requisitos desde el 25 de Mayo hasta el 19 de junio, en los cuales se me aplicaron evaluaciones de Matemáticas, Física Moderna, Entrevista y EXANI-II, el 3 de julio fui OFICIALMENTE aceptada en la maestría de Ciencias Nucleares de la UAZ y fui muy feliz ese día ya que esto significaba un gran paso para lograr mis sueños, aunque por otro lado tuve que renunciar a mi trabajo pues los horarios eran totalmente INCOMPATIBLES con el horario laboral. Esto no representaba gran problema porque yo sabía que mi posgrado era Prioridad 1 del SNP podía acceder a esta beca de CONAHCYT ya que desde 2021 el gobierno aseguraba que “NINGÚN ESTUDIANTE DE POSGRADO SE QUEDARÁ SIN BECA”

Así pues iniciamos las clases presenciales el 15 de agosto de 2023 y de nuevo fui la más feliz del mundo pues estaba viviendo aquello que desde pequeña había soñado: Estudiar un posgrado.

Mi peor pesadilla comenzó el 17 de agosto pues al entrar a la página del SNP me percaté que habían degradado a mi posgrado de Prioridad 1 a Categoría 3 y además con la leyenda de “NO elegible”, así fue como nos dimos cuenta que CONAHCYT había aplicado lineamientos de una nueva Ley de Humanidades Ciencia y Tecnología de manera retroactiva en perjuicio de los estudiantes.

Esto se convirtió en una emergencia nivel nacional ya que de los 2976 posgrados inscritos al SNP a 1036 se les categorizó como “NO ELEGIBLES” lo que indica que a más de 10,000 alumnos nos dejaron sin derecho a una beca.

A raíz de esta problemática conocí a cientos de estudiantes en situaciones económicas graves, y me llena de miedo saber que cada día que pasa sin solución, una persona con metas y sueños se ve obligada a desertar, obligada a abandonar aquello por lo que se preparó durante años, por el simple hecho de no tener apoyo de CONAHCYT ni del Gobierno.

Consternada por la situación me he cuestionado ¿Por qué nadie decía nada? ¿por qué nadie nos ayuda? ¿acaso a nadie le importa el desarrollo tecnológico y científico del país?

Esa problemática nos ha afectado a más de 10,000 estudiantes, todos con una historia de vida, en particular soy mujer de 24 años con grandes aspiraciones, originaria de un pueblito de nombre Chaparrosa en Villa de Cos, Zacatecas. Que codicia la mía al querer superarme y estudiar un posgrado en un país donde a pesar de que las mujeres representamos más de la mitad de la población, sólo tres de cada diez investigadores es mujer, donde hay falta de oportunidades de empleo, salud, educación y espacios de cultura y deporte, donde cinco de cada diez egresados trabaja en algo diferente a lo que estudió... Claro que sí, que irreverente soy al querer estudiar una maestría en Ciencias Nucleares.

En lo personal no sé cuánto tiempo más pueda resistir a esta situación, de no contar con el apoyo también me veré obligada a darme de baja del posgrado y dedicarme a otra cosa aunque mi sueño sea convertirme en una investigadora, por eso hago un llamado a las autoridades y a la sociedad en general, confío en que podamos encontrar de manera conjunta soluciones para garantizar nuestro derecho a la educación y el desarrollo tecnológico del país.

Es importante que esto se resuelva pronto y que los miles de estudiantes que hoy estamos en crisis podamos continuar con nuestros posgrados, con nuestras metas y nuestros sueños para que en un futuro podamos contribuir de manera directa al país y a su vez decir orgullosamente “me convertí en lo que siempre quise ser”


Fatima Castañeda Ortiz nació el 12 de marzo de 1999, vivió en Chaparrosa, Villa de Cos, Zacatecas hasta sus 12 años de edad para después mudarse a la capital de Zacatecas, estudió el bachillerato de Químico-Biológicas en la Universidad Autónoma de Zacatecas. Estudió la licenciatura en Químico Farmacéutico Biólogo de 2017 a 2022, participando en diversos congresos, simposios y presentaciones de carteles científicos así como actividades extracurriculares en el Centro Interactivo de Ciencia y Tecnología de Zacatecas, se tituló gracias a sus prácticas profesionales voluntarias en el Laboratorio Estatal de Salud Pública de Zacatecas. En agosto de 2023 ingresa a la Maestría en Ciencias Nucleares de la UAZ con rama terminal en Medicina Nuclear. 


Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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