Por Graciela Rojas
A las mujeres se nos limita desde pequeñas. ¿Sabías que un estudio de Crianza libre indica que a los 3 años las niñas interiorizan que los hombres son superiores, a los 6 años se ven a sí mismas como menos talentosas y comienzan a alejarse de las áreas que perciben ser para personas muy inteligentes, como las STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), y a los 10 años se sienten inseguras de compartir su opinión?
En socialmente aceptado que las niñas no participen en las áreas STEM y por tanto no queramos construir puentes, arreglar aviones, programar robots, etc. Todavía hace muy poco tiempo, cuando tenía otro emprendimiento, buscando llevar fiestas de experimentos a niñas y niños, las mamás me decían que el concepto era increíble para su hijo, pero para su hija ¿qué tenía? una fiesta de spa o qué otro concepto teníamos para ellas.
Con este tipo de mentalidad, en el que ni padres y madres de familia apoyan o impulsan a las niñas a ser parte de las áreas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés) lo único que logramos es que, de acuerdo con la OCDE, sólo 8% de las niñas planean estudiar una carrera STEM.
Actualmente, datos de la UNESCO muestran que sólo el 3% de las jóvenes eligen carreras vinculadas con las tecnologías de la información y la comunicación. ¿Qué pasa con las niñas que quieren ser científicas de datos, tecnólogas, programadoras? Se desaniman, como yo, que no estudié ingeniería por miedo a salirme del rol que la sociedad ya me había impuesto, “algo fácil” por si te casas pronto.
Con motivo del Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación, invito a las niñas, jóvenes, madres y padres de familia que hagan oídos sordos a las palabras y estereotipos que encasillan a las niñas y mujeres en ciertas áreas y que limitan nuestro participación en las áreas de mayor potencial, ante el nuevo contexto laboral que se enfrenta.
Es momento de desarrollar competencias STEM, especialmente en niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres: pensamiento crítico, resolución de problemas, creatividad, comunicación, colaboración, alfabetización de datos, alfabetización digital y ciencias computacionales.
No hay estrategia más importante de empoderamiento para la igualdad que el desarrollo de habilidades, esto se debe trabajar desde la primera infancia y les ayudará para toda la vida, incluso si deciden no dedicarse a las TIC, la Educación STEM les dará las herramientas para el futuro del trabajo y para ejercer una ciudadanía involucrada y globalmente responsable.
Por cierto, en alianza con el Museo Universum del 26 al 30 de abril organizamos el evento Niñas y niños jugando con Ciencia que puede ser una gran oportunidad para que niñas, niños y sus familias descubran Educación STEM.
Cambiemos nuestra forma de pensar y logremos que más niñas y mujeres participen en las ingenierías y áreas de las tecnologías de la información (TIC).
Estoy segura que el talento no tiene género y que en colaboración podemos transformar las narrativas y creencias limitantes para construir un mejor futuro.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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