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Por Graciela Rojas

La mamá de todas las profesiones: la docencia. No existiría profesión alguna sino existieran docentes que detonaran espacios de enseñanza - aprendizaje que permiten a las y los estudiantes soñar y aprender nuevas habilidades y conceptos. 

Recientemente, compartí en mi perfil de LinkedIn que de chiquita quería ser maestra, que daba clases de matemáticas a mis peluches y que desde que me conecté con mi verdadera vocación, llevo más de 20 años impulsando el pensamiento científico como camino al desarrollo sostenible y al bienestar social.   

Me enorgullece trabajar de la mano de muchas y muchos de ellos desde la Educación STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas por sus siglas en inglés), impulsando las habilidades y competencias que ayudan a cerrar brechas y a resolver los grandes retos de la humanidad enmarcados en la Agenda 2030.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.