Por Heredera Romanov

A dos semanas de su abdicación en favor de la heredera designada, el rey enfrentaba una creciente inquietud en su reino. El descontento popular, alimentado por años de mal gobierno y negligencia, culminó en una gigantesca manifestación, conocida como la Tormenta Escarlata, en el corazón del reino. El pueblo, vestido de rojo y blanco, inundó la plaza central, exigiendo justicia y cambios profundos.

El rey, temeroso y desconectado de la realidad, se atrincheró en su palacio, rodeado de vallas de oro para protegerse del clamor de su pueblo. Encerrado en su opulenta fortaleza, se negaba a escuchar las voces de aquellos que una vez gobernó con mano férrea. Mientras tanto, los ministros se reunían en consejo, discutiendo las posibles repercusiones de la sublevación.

"¿Y si son realmente los bandidos que tanto tememos y tanto negamos que existan?", murmuró un consejero con voz temblorosa.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.