Respira
Por Julieta del Río Venegas
Como es de conocimiento público, el 15 de marzo, el presidente de la República hizo uso de sus facultades constitucionales (establecidas en el artículo sexto, fracción VIII, párrafo noveno de la Constitución) y objetó las dos designaciones de los comisionados, realizadas por el Senado de la República el pasado primero de marzo. En el INAI sabemos que las confrontaciones son infértiles y debilitan los sistemas democráticos; debemos apostar por la generación de acuerdos entre instituciones. En esta misma línea nos mantendremos, siempre abiertos al diálogo y a la espera de la conformación de nuevos consensos en la Cámara alta para que se restablezca el proceso de nombramientos lo más pronto posible.
El mismo 15 de marzo, las y los cinco Comisionados del INAI votamos, por unanimidad, aprobar una demanda de controversia constitucional, un medio de control jurídico que presentaremos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación con la finalidad de acelerar el proceso de designación de dos Comisionados. Esta controversia que votamos el mismo 15 de marzo por la noche va dirigida al Poder Legislativo, por la omisión en la conclusión del nombramiento de dos comisionados del INAI, dejando al Pleno del Instituto solo con cinco de los siete comisionados que indica la Carta Magna.
Desde abril de 2022, hace prácticamente un año, el INAI se encuentra en esta situación.
Asimismo, la ciudadanía debe saber que, el próximo 31 de marzo, el Comisionado Francisco Javier Acuña Llamas concluye su nombramiento y, si bien el proceso legislativo para designar a su sucesor ya comenzó, con cuatro Comisionados, el Pleno del INAI no podría sesionar. Si esto sucediera, el Instituto se vería impedido para desahogar las demandas y recursos interpuestos por la población para obtener información pública y proteger sus datos personales.
Las y los senadores han demostrado que tienen la voluntad de que este órgano autónomo garante de la transparencia y protección de datos continúe realizando sus funciones jurisdiccionales, y que no quede imposibilitado para convocar a sesión de Pleno, espacio y momento donde el INAI resuelve controversias, medios de impugnación y recursos de revisión en contra de los 8,240 sujetos obligados que hay en el país. En caso de que no se pueda convocar a Pleno, no por ello el INAI desaparece; realizamos muchas otras labores de socialización de los derechos que tutelamos, las cuales continuarían. En mi caso particular, no descansaremos en el fortalecimiento y difusión de la Plataforma Nacional de Transparencia, en la producción de contenidos editoriales, en el perfeccionamiento del Centro de Atención a la Sociedad (la puerta del INAI con la sociedad), entre otras múltiples áreas que debemos seguir impulsando día a día.
Hay que decirlo con claridad. Contar con órganos autónomos incompletos e imposibilitados para realizar sus funciones constitucionales afecta el sistema de equilibrios que hemos construido desde hace décadas de luchas ciudadanas, lo cual va en detrimento de nuestra democracia. Solo en 2022, el INAI atendió más de 24 mil controversias y medios de impugnación que presentaron los ciudadanos ante la negativa de información pública en este país y, semana tras semana, el INAI resuelve alrededor de 500 recursos de revisión. De igual modo, el INAI coordina y preside el Sistema Nacional de Transparencia, conformado por nuestros colegas de las 32 entidades federativas, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), el INEGI y el Archivo General de la Nación; además, el INAI también forma parte del Sistema Nacional Anticorrupción, dos instancias institucionales claves en el Estado de Derecho mexicano.
En el INAI tutelamos el acceso a la información y la protección de datos personales de las y los mexicanos; transparentamos lo público y hacemos visible el quehacer de las entidades públicas. Recordemos que la administración pública está conformada por instituciones.
Sigamos luchando por un Estado legal, donde todas y todos tengamos garantizadas nuestras libertades informativas y la protección de nuestra privacidad.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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