Por Laura Brugés
Una reforma electoral como la que tienen que votar PVEM y PT por fidelidad partidista los debilitaría.
Tras aplazarse la discusión de la reforma electoral que estaba prevista para el martes 29 de noviembre han surgido más planes B que consensos y votos.
Muchos se preguntaban el motivo por el cuál se aplazó el dictamen, y en la ecuación no estaban los diputados de la “oposición moralmente derrotada”; ni los llamados “fifis” de la campaña #YoDefiendoAlINE, estaban los diputados del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT).
Y es que partidos como el PVEM y PT saben que gracias al sistema electoral que tanto repudian en el discurso, pueden seguir existiendo en el ecosistema político y tener un presupuesto. Una reforma electoral como la que tienen que votar por fidelidad partidista los debilitaría.
Pese a que el coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier presumió una foto en redes sociales con el vicecoordinador de la bancada del PT, Fernández Noroña y el coordinador del Partido Verde, Carlos Puente, acompañado de la frase “para que les arda más“, negó una división en la Coalición, pero es inevitable pensar que algo estaban pidiendo a Morena y no se llegaba a un acuerdo.
Y que no nos quieran ver la cara, porque no es la primera vez que se aplaza una votación al no lograr conseguir los votos y aún más vergonzoso cuando se trata de los de casa.
Por ejemplo, la Reforma Eléctrica que al final no pasó, ya que el bloque opositor pese a las presiones se mantuvo firme en su postura en contra; también sucedió algo similar con la reforma al Quinto Transitorio para extender el plazo de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública hasta 2028; porque no tenían completos los votos de los Senadores del PRI y el PRD.
Lo único diferente en este caso de la Reforma Electoral es que a pesar de qué ya saben que no tienen los votos del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, quizá es no verse exhibidos, cuando ni siquiera los aliados estaban dispuestos a respaldarla. Negaron que tuvieran algo que ver con postergar el dictamen, pero… ¿Qué me dicen de la ausencia de los diputados Benjamín Robles y Fernández Noroña, ambos del PT, en la votación en Comisiones Unidas para un dictamen con tal relevancia?
Ante este panorama surgieron los múltiples planes “B” de leyes secundarias, además de la que llegará por parte del Presidente de la República el fin de semana, otro del Partido del Trabajo, que incluso ayer se inscribió en la Gaceta Parlamentaria.
Mientras tanto, el Partido Verde está pidiendo “piso parejo” para que se analice la disminución del presupuesto y la fórmula en cómo se asigna el presupuesto a los partidos políticos, para que exista un reparto igualitario de recursos. Digamos que es otro plan B.
Hablando de planes B, Ignacio Mier (Morena) adelantó algunos puntos que se aproxima al “plan B” del Ejecutivo, que contempla ciertos puntos, que en mi opinión, quitarían presión al Instituto Nacional Electoral y la representación en el Congreso, algunos de estos son:
1- El número de Consejeros no se modificaría
2- Se mantiene el método elección de los Consejeros y Magistrados Electorales
3- No se reduciría el número de Diputados y Senadores en ninguno de los dos principios
4- No se eliminarían los OPLES
5- No cambiaría el nombre al INE
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