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Luego de presenciar peleas, personas acarreadas en autobuses y coacción del voto durante el proceso interno de Morena, es lamentable escuchar a liderazgos del partido o a analistas minimizar la evidencia que da cuenta de la violencia y las irregularidades en que se dio la jornada de votación del Congreso Nacional de Morena del pasado fin de semana.

Es como si pretendieran hacer gaslighting a la sociedad, que se trata de un patrón de manipulación sicológica para que la otra persona llegue a dudar de su propia percepción o juicio. En este caso, pretender que no sucedió nada a pesar del caudal de evidencias que fueron documentadas y las que se replicaron en redes sociales y medios de comunicación.

A eso le están apostando los defensores del partido, cuando incluso fueron los mismos militantes de Morena los que difundieron o acudieron a los medios para que se dieran a conocer los delitos electorales que se registraron en algunos distritos.

Yo escribo y hablo de lo que vi, de lo que sucedió. De personas de la tercera edad con la timidez aceptando su miedo de que les condicionaran sus apoyos o se los fueran a quitar, o ver familias completas bajar de combis sin tener idea de por quién iban a votar, porque hasta les adjuntaban en hojas instrucciones precisas, ya que no conocían a los liderazgos del partido. Hubo señoras que estaban cansadas de esperar en las filas, que fueron de hasta tres horas, que pedían que documentáramos la desorganización de la jornada.

Horas más tarde me senté en una banqueta a redactar y enviar mi material para el medio para el cual trabajo. Luego escuché a un señor decirle a su hijo: “ve y sácate tus copias y fórmate para que te den tus 500 pesos por el voto”.

No pueden venir a decir que los medios inventamos cosas cuando de cerca pude ver cómo una de las mujeres tenía la cara ensangrentada y la otra tenía arañado el rostro, que literalmente se estaban matando entre las filas de las canchas de los multifamiliares de la colonia Roma. O que más tarde me dijeran “pepenadora” en redes sociales por publicar la evidencia de los papelitos con los nombres de los consejeros a elegir.

Mario Delgado, dirigente de Morena, dijo que van anular aquellos que hayan sido seleccionados y salgan en los “papelitos” que se les engraparon con los nombres de por quién votar. Esta es justo la oportunidad que tienen, con toda la evidencia que pudimos documentar los medios y sus mismos militantes, para demostrar que son diferentes.

Pero como en todo, hay matices. También hubo aspirantes que, sin acarreo, por el trabajo hecho en sus colonias por sus vecinos, les dieron el voto.

¿Qué gano con “inventar” cosas?, si hasta tenía miedo de que me fueran a tirar mi celular o tal vez a golpear luego de que fuimos el único medio que entrevistó al académico John Ackerman. Una mujer me empezó a grabar como si estuviéramos haciendo algo malo cuando lo único que estaba haciendo era mi trabajo. Más bien, estas personas temían ser descubiertas en la serie de delitos electorales en los que incurrieron.

O qué decir de otra mujer, presunta operadora, que tenía folios de afiliación en la mano que notó que mi camarógrafo la grabó con un grupo de personas bajarse de la combi y terminaron por tomarle fotos a las placas del vehículo de la empresa. Para evitar confrontaciones, mejor nos retiramos.

Como contexto, se trató de una jornada muy disputada porque los militantes electos como congresistas tendrán la facultad de reformar los estatutos del partido, designar a los integrantes del Comité Ejecutivo y aprobar métodos de selección de candidaturas, como, por ejemplo, las que se avecinan para 2024. Y como el partido ya se encuentra dividido entre ciertos liderazgos de cara a la elección presidencial, el enfrentamiento entre operadores no debe extrañarnos.

Dentro de las lecciones que quedan de todo esto es que este fin de semana no tuvieron a quién culpar. Ni al Instituto Nacional Electoral (INE) ni a los partidos opositores. Eran los mismos liderazgos políticos de Morena enfrentándose entre sí. Es el reflejo de cómo se comporta la sociedad sin un estricto árbitro electoral que lo vigile. De Morena dependerá si dejan esto impune o si van a seguir haciéndole gaslighting a la sociedad, diciendo que no pasó nada.

@LauraBruges

* Laura Brugés es periodista en Radio Fórmula,  especializada en fuente política y legislativa. Conferencista en foros juveniles de formación política. Activista digital y creadora de contenido.


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