Respira
Por Lupita Aguilar
Soy María Guadalupe Aguilar, madre de José Luis Arana desaparecido desde el 17 de enero de 2011. A partir de entonces busco a Pepe en todas partes; esto me ha llevado a formar un colectivo del cual actualmente soy la coordinadora; nos agrupamos como FUNDEJ (Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Jalisco). Éste nace en el 2013 ante la omisión, sordera y negación de las autoridades, para aceptar que estamos viviendo una tragedia al no saber de nuestros hijos, que por ese motivo, los tenemos que buscar nosotros.
Tristemente nos damos cuenta que un gran porcentaje de nuestros desaparecidos están muertos; en 2018 nos enfrentamos a una crisis forense y quedó abierto totalmente el SEMEFO y de ahí estaban trasladando cuerpos hacia otros lados porque ya no cabían .
Vivimos un panorama desastroso y doloroso para todas las familias que los buscamos en Jalisco. Nuestros números indican que tenemos más de 15,000 desaparecidos y más de 170 fosas clandestinas.
Después de luchar por encontrarlos con vida y qué pasa el tiempo y no aparecen tenemos la esperanza de reunirnos con sus restos dentro del SEMEFO pero ni aún ahí nos dan certeza porque no hay gente especialista para investigar y darnos una respuesta; no hay genetistas, no hay peritos y lo que sí hay es un escasez increíble de personal preparado por lo tanto permanecemos en un plantón continuo frente a las oficinas del Instituto jalisciense de ciencias forenses.
No puede ser más desolador el panorama después de lo ocurrido recientemente: primero ocho jóvenes en un callcenter y después cinco en Lagos De Moreno. Está muy lejos de nuestro alcance saber las intenciones de la delincuencia organizada mientras tanto seguimos trabajando en métodos alternativos científicos y legales que nos llevan a saber que la desaparición forzada es un delito con conducta criminal y no un fenómeno como se ha dado en llamarle. La situación es tal, que aquí en Jalisco tiene tintes de terrorismo.
No se puede seguir ocultando la verdad. Duele tanta colusión, tanta impunidad y egoísmo entre los seres humanos que sólo velan por sus intereses y se olvidan del pueblo. Este terror no podemos dejarlo en manos de una sola persona; tenemos que unirnos con fe y esperanza, nosotras como víctimas de familiares desaparecidos sabremos esperar pero nunca lo haremos sentadas y de brazos cruzados ¡No! Lo haremos trabajando, buscando, exigiendo resultados y compartiendo las experiencias vividas porque de cada caso se aprende. Los seguiremos buscando porque los amamos porque son nuestra sangre y así nos unimos en el dolor pero también en el amor por ellos ¡Hasta encontrarlos!
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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