Por Dra. Marcela Saeb
Los años acumulados provocan el deterioro de nuestras funciones, cuando a la piel, se le agrega el factor solar (fotoenvejecimiento), el deterioro es mayor.
Recordemos que la piel son esos metros de extensa cobertura. Es el órgano más grande del cuerpo y su función principal es la de protegerlo del medio exterior y de factores externos como la luz solar, agentes infecciosos o sustancias químicas. Pero también contribuye a mantener el equilibrio de la temperatura corporal, en la retención de líquidos, la acumulación de grasa, ser el reservorio de la vitamina D y además tener sensibilidad al tacto, al frío y al calor.
Cuando nos exponemos de forma intermitente o continua a la luz solar, se provoca el fotoenvejecimiento y la piel disminuye sus funciones. Se generan daños moleculares y estructurales, y estas modificaciones se traducen clínicamente en una piel delgada, con arrugas, cambios en la coloración y dilataciones vasculares (telangiectasias).
Si la exposición se acumula por años entonces aparecen otros signos del deterioro funcional, como lesiones benignas (queratosis seborreicas, léntigos, hiperplasias sebáceas); lesiones premalignas (queratosis actínicas), o tumores malignos (carcinomas basocelulares, carcinomas escamocelulares o melanoma).
Todos estos cambios pueden ser prevenidos o disminuidos por medio del uso de protectores o bloqueadores solares a partir de los seis meses de edad.
Estos protectores impiden que los rayos ultravioleta tipo A y B alcancen las capas de la piel, causando fotoenvejecimiento prematuro y el desarrollo de cáncer cutáneo.
Los rayos ultravioleta tipo B son el factor principal para producir quemadura solar, mientras los rayos tipo A son el componente prevalente de los rayos ultravioleta y penetran de forma profunda causando las arrugas y los tumores.
El factor de protección solar indica el número de veces que se retarda el efecto de los rayos ultravioleta B sobre la piel, es decir si para que la piel inicie una coloración rojiza o enrojecimiento es de 20 minutos, un factor de protección solar 15 retardará esto quince veces es decir 5 horas. Un factor de protección solar de 15 protege del 93% de los rayos UBV, un factor de protección solar 30 protege 97%, mientras que uno de 50 protege del 98%. Debe aplicarse 30 minutos antes de la exposición solar, y se deben realizar reaplicaciones.
¡Aplica tu protector solar todos los días, 30 minutos antes de la exposición, cada 3 horas y con un factor de protección solar al menos de 30!
Si la piel nos protege, protejámosla nosotros.
@MarcelaSaebLima
Dermatología y dermatopatología
@HAL | @CentroMédicoABC | @INCMNSZ
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