Por María Fernanda Orozco
¿Cuál es la voz y posición que vamos a ganar con en el primer gobierno dirigido por una mujer en México? No solamente se plantea un escenario que es alentador, sino que en definitiva ha sido un paso importante para la equidad de género en el país, y más considerando que parte de su gabinete estará conformado por mujeres (14 de la 28 dependencias ya designadas) pero esta visión implicaría solo ver un lado de la moneda, por el otro lado debemos considerar, el aumento de las cifras de mujeres que son violentadas por género, la brecha salarial continua con una disparidad del 16% y, las posibilidades de desarrollo siguen por debajo de los hombres, las mujeres ocupamos menos del 15% de los lugares en los consejos de administración de las empresas. Si bien hemos avanzado, todavía tenemos mucho por hacer. Sería un error, que esperemos a que el trabajo en equidad de género solo se lleve a cabo desde el gobierno y sus políticas públicas; o quienes representan al gran sector empresarial; nosotras, cada una desde nuestra trinchera tenemos que fomentar, trabajar y empujar los cambios.
Con la posición que hasta el momento tomado la presidenta electa, en la designación de Citlali Hernandez para la secretaria de las Mujeres, todavía no vemos claro cuál será su posición en cuanto a la verdadera búsqueda de equidad de género y apoyo a las mujeres o si solo se buscarán perseguir objetivos políticos, sin embargo; sin importar nuestra posición y posibilidades de acción busquemos unirnos y ponernos manos a la obra para lograr la equidad en nuestra vida diaria.
Muchas nos preguntamos, ¿Qué es lo que podemos hacer desde donde estamos? Como aquella película de cadena de favores, qué si bien tiende a ser muy optimista, al final del día si cada una de nosotras puede contribuir para disminuir la brecha en la equidad de género, y seguridad de las mujeres; juntas podemos marcar una diferencia importante.
Algunas ideas que podemos empezar a implementar desde nuestras “trinchera”: