Respira
Por Sandra Fernández Gaytán*
Un día hace 23 años tuve una inspiración, dedicarme al mundo del vino, y cambiar la historia de mi país. Esa inspiración la sembró otra mujer a quien le debo algo de lo que más valoro en mi vida, me ayudó a encontrar mi pasión. La pasión es un motor para el ser humano y depende de cada uno como la conducimos; para mí fue el vehículo para dejar una trascendencia, una huella positiva en la gente, en mi comunidad, en mi entorno y en mi país. Se necesita un motor que lo inicie todo y eso se llama inspiración. La inspiración es la materia prima de las ideas, es lo que te convierte en un agente de cambio.
¿Cómo creen que ha sido la vida de una mujer dedicada al mundo del alcohol y además en México? Ha sido de tremenda disciplina, mucho estudio e incansables actualizaciones, tener que probarte a ti misma como mujer y como profesionista en cada acción. Mi vida personal y mi vida profesional son una sola y no se pueden separar. Mi día a día transita gracias a una herramienta peligrosísima, el alcohol. La disciplina, tener claros mis no negociables y aprender algo nuevo cada día han construido mi imagen.
Fui la primera mexicana invitada por “The Court of Master Sommeliers” - el organismo mundial más importante de certificación en el ramo - a certificarse con ellos y de ahí, ya son veintitrés años conectado al mundo con una copa de vino.
No hay licenciatura para ser sommelier, así como no hay licenciatura para ser carpintero o plomero. La sommelieria es un oficio. El sommelier se forma, se auto educa, se vuelve un contador de historias y también un creador de experiencias y hoy el mundo de las marcas de lujo, de la gastronomía, de los chefs y los viajes tienen como punto focal la experiencia, porque la experiencia genera un sentido de recordación y la recordación es emoción.
Así que, un día, me di cuenta que había creado una empresa dedicada a generar emociones. Logre profesionalizar un oficio, y creo que ese es el punto focal de mi trascendencia. Gracias a mi base de estudios universitarios en administración y a mis posgrados en gastronomía y hotelería, pero también a una vida corporativa e institucional que me enseñó mucho sobre estructura organizacional, clima laboral, respeto a la autoridad, meritocracia y trabajar por resultados, pude darle estructura, disciplina y networking a ese oficio y por eso me convertí en una emprendedora de la industria de las emociones y del conocimiento a través del vino.
Yo le enseño a la gente a catar, a disfrutar una copa de vino de forma más profesional, a conectar con sus sentidos y sus emociones y hago para ellos posible lo que creen imposible.
Ser sommelier fue mi tercera carrera y ahí encontré mi pasión. Saber de vinos era un complemento a mi profesión como administradora, hotelera y gastrónoma, pero fue mi primera clase de vinos lo que lo cambió todo. Me fui a dar de baja en mi primer día de clases de apreciación de vinos porque creí que no tenía lo que se necesitaba para hacerla en esta carrera. Me era imposible detectar la manzana verde y el pasto recién cortado de un Sauvignon Blanc, la frambuesa de un Pinot Noir, el regaliz de un Tempranillo. Hoy son dos décadas de vivir de los aromas, del gusto y de trabajar para que cada día en México se beba mejor, para que sofistiquemos nuestro sentido del gusto y del olfato y para que agudicemos nuestra sensibilidad ante la vida y porque no, ante este país.
* Sandra Fernández Gaytán
Considerada la sommelier más importante e influyente de México en la Materia, Sandra ha logrado una prolífica carrera en el mundo del vino llegando a ser la figura en México con la mayor cantidad de certificaciones en el ramo y reconocimientos nacionales que han cruzado fronteras. Fue la primera mexicana aceptada en The Court of Masters Sommeliers, la primera figura en ser invitada por la embajada de México en Washington DC para dar una conferencia sobre vino mexicano, tequila y mezcal. Fue la creadora de los vinos 3V y 2V de Casa Madero y en 2014 fundó SFG Estrategias en Vinos y Destilados, empresa de consultoría dedicada a asesorar hoteles y restaurantes creando cartas de vino y programas de educación efectivos para el crecimiento del sector.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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