Respira
Por Sofía Pérez Gasque*
La Revolución Industrial 5.0 ha marcado una nueva era donde la convergencia entre la inteligencia artificial (IA), el internet de las cosas (IoT) y la robótica redefine la relación entre la tecnología y la sociedad. Este avance busca no solo impulsar la eficiencia productiva, sino también garantizar una mejor calidad de vida para todos y todas.
A menudo se olvida que el tejido inicial de la IA se forjó mucho antes de la década de los años 50, gracias al aporte vital de disciplinas como las matemáticas y la informática, en las cuales las mujeres desempeñaron roles fundamentales. Este trabajo precursor, aunque pasado por alto en gran medida, finalmente recibe el reconocimiento que merece.
Las contribuciones de figuras emblemáticas como Ada Lovelace (1815-1852) abrieron el camino. Esta aristócrata británica se erigió como la primera programadora de ordenadores al crear lo que se considera el primer algoritmo.
Frances Allen (1932-2020), informática estadounidense, desarrolladora de compiladores y la computación paralela en IBM facilitó la creación de programas eficientes, reconocidos con el prestigioso premio Turing en 2006.
Karen Spärck Jones (1935-2007), pionera en el Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN), sentó las bases fundamentales con sus algoritmos de búsqueda, combinando técnicas lingüísticas con estadística y probabilidad.
Teresa de Pedro (1944), investigadora española, dejó su huella en la IA desarrollando uno de los primeros sistemas de IA en España y liderando programas innovadores para vehículos autónomos.
Estas mujeres, entre otras, fueron arquitectas fundamentales en el desarrollo de la Inteligencia Artificial. Su legado es un llamado a la visibilidad en el mundo STEM, inspirando a más niñas a sumergirse en estos campos. Demostraron que la inclusión y la visibilidad son esenciales para el progreso y la equidad en estos ámbitos.
En un mundo en constante evolución, reconocer y celebrar estas contribuciones es esencial para impulsar un futuro más inclusivo y progresivo en la intersección de la tecnología y la sociedad.
*Reconocida como una de las 100 mujeres más poderosas de México por la Revista Forbes México 2023.
Directora general de la AMITI (Asociación mexicana de la industria de tecnologías de la información)
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