Por Sonia Serrano
El domingo 15 de octubre el colectivo Madres Buscadoras de Jalisco informó a través de un video que habían localizado un horno clandestino en el municipio de Tlaquepaque, el cual pudo utilizarse para calcinar restos humanos.
El señalamiento de Indira Navarro, líder del colectivo que se dedica a la búsqueda en campo, se basa en los restos óseos que encontraron en el sitio, junto con algunas prendas de hombre.
En el video se ve el horno aún encendido y en el piso fracciones de huesos. Al lugar, conocido como El Barrancón, llegaron por una llamada anónima.
Vecinos de la zona han dado sus testimonios a los reporteros que han acudido al sitio en las horas posteriores, asegurando que el horno funcionaba “día y noche” y que el movimiento es extraño, que huele a cabello quemado y que rondan las motocicletas. También que han notado la presencia de policías municipales. Todas las declaraciones son anónimas, pues saben el riesgo que corren.
El lugar en que fue hallado el horno se encuentra al lado de la colonia Artesanos de Tlaquepaque, en la periferia de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Es una zona popular.
El lunes 16 de octubre la Fiscalìa Especializada en Personas Desaparecidas confirmó el hallazgo de huesos en los alrededores del horno, por lo que empezaron la revisión.
Según las autoridades, el sitio era utilizado como tiradero de basura. Personal de la fiscalía y del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses comenzaron con la recolección de restos óseos para que peritos especializados determinen si corresponden a seres humanos.
Como ocurre en otros lugares del país, en Jalisco las labores de búsqueda han quedado prácticamente bajo la responsabilidad de los colectivos. En el estado, lo hacen a pesar de la determinación del gobierno de Jalisco, de no atender llamadas anónimas.
Esa decisión la tomó el gobernador Enrique Alfaro en julio pasado, después de un atentado con explosivos en el que murieron cuatro policías y dos civiles. La versión de las autoridades fue que habían acudido a petición de una integrante de un colectivo que había recibido una llamada anónima, aunque luego se confirmó que era una funcionaria pública del municipio de Tlajomulco de Zúñiga, donde ocurrieron los hechos.
A pesar de esa determinación, el colectivo de Madres Buscadoras de Jalisco, que encabeza Indira Navarro, decidió continuar con su trabajo, luego de evidenciar las inconsistencias en torno a la decisión del gobierno del estado sobre la supuesta llamada anónima en Tlajomulco.
Jalisco es el primer lugar nacional en personas desaparecidas y ocupa también el primer lugar o uno de los primeros en los diferentes recuentos de fosas clandestinas y cuerpos rescatados de fosas clandestinas. Hallazgos como el de este domingo son una pieza más en el rompecabezas de esta tragedia.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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