Por Stephanie Henaro
Lo que está en chino es la próxima crisis. Porque si a China le da gripe al mundo le da pulmonía, y los asiáticos ya llevan algunos estornudos.
El sistema financiero chino no está pasando por su mejor momento y a menos que se tomen medidas radicales para evitar que el virus se propague en los bancos y detener la contracción de la demanda, el país de los pandas podría quedarse sin liquidez.
De hecho, algunos bancos de inversión han recortado sus previsiones de crecimiento económico para el gigante asiático por debajo del 5%. En un momento en el que los precios al consumo caen, la crisis inmobiliaria se agrava, las exportaciones se desploman y el desempleo juvenil podría estar por encima del 20%. Mientras que el gobierno ha dejado de publicar estos datos.
No se debe causar más miedo al mercado. La inversión extranjera podría verse más lastimada y es en ese sentido que expertos como Cai Fang de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS), han llamado al gobierno a inyectarle 550 billones de dólares a la economía para estimular el gasto y esto a Xi Jinping le urge.
El buen funcionamiento de la economía le asegura estabilidad política y por eso es que las comparaciones con lo que ocurrió en Estados Unidos después del colapso de Lehman Brothers, le preocupan a él y al mundo.
Los impagos de Country Garden, en su día el mayor promotor inmobiliario del país por ventas, y Zhongrong Trust, una importante sociedad fiduciaria, le ponen los pelos de punta al mercado.
De hecho, la noticia de que Country Garden no había pagado los intereses de dos bonos en dólares estadounidenses asustó a los inversores y reavivó el recuerdo de Evergrande, cuyo impago de deuda, en 2021, marcó el inicio de la crisis inmobiliaria.
En este sentido es que la caída del yuan a su nivel más bajo en 16 años no debe ser ignorada. Porque obligó al banco central a realizar su mayor defensa de la moneda hasta la fecha, fijando un tipo de cambio con el dólar mucho más alto que el valor de mercado estimado. De ese tamaño es el apuro.
Entonces, tal parece que el sacrificio de la población china en tiempos de pandemia ha quedado rebasado, los impagos de los promotores inmobiliarios atentan contra lo logrado en los últimos tres años.
Sólo por tener una idea, la deuda de los promotores inmobiliarios se acerca a los 5 trillones de dólares y esto es 6 veces más de lo que se debía en Estados Unidos.
El mundo se acerca a otra oleada dentro del tsunami que causó la pandemia y que al parecer, aún no termina en un mundo que aunque no le guste, aún permanece interconectado con nacionalismos que avanzan y que tomarán más fuerza con la próxima crisis.
Se necesitará buscar culpables, y eso para muchos estará en chino.
Así es lo que viene.
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