Por Stephanie Henaro
Pasaron sólo tres días para que China reaccionara a la decisión de Estados Unidos de restringir la exportación de semiconductores a su país y esto confirmó que la Inteligencia Artificial, se ha convertido en un nuevo frente de batalla entre ambos países.
Todo comenzó cuando el martes de la semana pasada, el Departamento de Comercio de EEUU tomó la decisión de cerrar los huecos que habían quedado de vetos comerciales anteriores y anunció la restricción de chips utilizados tanto para fines militares, como para Inteligencia Artificial, al gigante asiático.
La noticia todavía no se había hecho vieja, cuando China decidió responder ojo por ojo y anunció que restringiría las exportaciones de grafito, un componente esencial en las baterías de los vehículos eléctricos del que China produce dos tercios de la demanda global, y refina el 90% del que es usado en las baterías de vehículos eléctricos.