Por Irán Sosa e Isabel Cortés, integrantes del colectivo Nunca Madres.
De las maternidades se habla en plural. De manera consciente o inconsciente reconocemos que existen varias formas de ejercerla: una mujer puede convertirse en madre por biología, en madre por adopción, o puede hacer parte de la crianza conjunta de les hijes de su pareja, entre muchos otros caminos.
Pero cuando se habla de la “no maternidad”, parece que siempre se hablara en singular. En repetidas ocasiones nos encontramos con generalizaciones sobre las mujeres que no somos madres: en algunos discursos producimos lástima por nuestra incapacidad de tener hijes y de la soledad que eso nos debe causar, mientras que en otros nos tildan de egoístas y de amargadas por no haberles tenido aun cuando podíamos hacerlo. Estas posturas dependen de quien las exprese y las creencias que tiene sobre la “no maternidad.
La realidad es que las mujeres que vivimos las no maternidades no somos un monolito. Las no maternidades también existen en plural.