Por Ivabelle Arroyo

Este fin de semana, el ex presidente Donald Trump estuvo cerca de la muerte, pero aunque él salió ileso, la vida pública en Estados Unidos no puede decir lo mismo. La bala que rozó su oreja fue disparada por un joven cuyas motivaciones no conocemos, pero el peligroso contexto está claro.

¿O cómo se entiende el grito/respuesta de sus seguidores tras verlo levantarse? El estremecedor "¡Fight, fight, fight!" debe haberse instalado ya en el corazón de muchos. No dudo que algunos se habrán aliviado al ver a Trump vivo, pero la emoción predominante era la furia. Y no es casualidad. 

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.