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Por Ivabelle Arroyo

Hace dos días apareció Xóchitl Gálvez en siete portadas nacionales y, sólo con una ojeada superficial, me la encontré en nueve columnas, con algunas de las plumas más influyentes del país, incluyendo la de Pamela Cerdeira en este espacio. Ayer el fenómeno continuaba en portadas, columnas y ahora en podcasts y entrevistas de radio.

Lo que más me llamó la atención fue la proliferación de su nombre en las portadas de periódicos regionales. Tan sólo en Jalisco estaba en lugar prioritario (arriba o en el lugar de la nota principal) en las portadas de El Informador, Milenio y Mural, los tres diarios con más impacto en la región. Me asomé a Yucatán: el Diario la trae. Me fui a Acapulco: El Sur de Guerrero la tiene arriba. Mmmm, ¿la traerá La Jornada en Hidalgo? Sí, en su portada. A ver el Tabasco Hoy… no, ese no la puso en la portada impresa, pero sí en el inicio de su sitio digital. En Quintana Roo no la encontré entre las noticias principales, pero en Guanajuato y en Nuevo León sí. Ya no le seguí. Me habrían bastado un par de portadas en dos estados distintos de esta ojeada superficial para darme cuenta de que la espuma que es evidente en la capital del país y en el lodoso mundo de las redes, trasciende esos tramposos espacios.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.