Por Ivabelle Arroyo
París es una fiesta, escribió Hemingway y dicen todos, pero hoy París es un enorme y apestoso basurero por el que los turistas deambulan fotografiando bolsas negras, botes a rebosar y si tienen suerte, una rata.
Hay más de 7 mil toneladas de basura repartidas en las calles de esa capital que, más que ciudad, es un anhelo. París significa la cultura occidental, la sofisticación gastronómica, la riqueza, el derroche de monarcas en las banquetas, las plazas, los museos y los puentes. La vida intramuros es difícil, pero en la calle está la belleza. París es el espacio público en el que sueñan muchas metrópolis.