Por Ivabelle Arroyo
Claro que también podríamos utilizar adjetivos como sinvergüenzas, bellacos, canallas, cínicos, caraduras o subir el tono del insulto y recurrir a la riqueza lingüística popular mexicana para describir a los presidentes latinoamericanos que se reunieron para sonreír en Palenque, Chiapas.
La excusa fue hablar sobre migración, uno de los flagelos del continente americano que hoy ve desplazarse en condiciones ambientalmente inhumanas, logísticamente impagables, y sanitariamente riesgosas a millones de seres humanos que, además, deben enfrentar el menosprecio de las ciudades a las que llegan, el maltrato de los gobiernos y los delitos de los criminales.