Por Jimena de Gortari
- Sentir es demasiado poco, querida.
- Pero a veces lo es todo, señor.
(Baricco, Alessandro. La esposa joven).
Un lugar es aquel espacio al que le damos un significado, aquel que se nos queda en la memoria. Puede ser incluso, uno al que volvemos de forma recurrente apoyados por nuestra experiencia, para situarnos y de este modo, volver a vivirlo.
Mis recuerdos de las vacaciones infantiles de verano se sitúan en el mar, en mi abuelo materno, Jorge, que me mostró la magia que tiene y la libertad que se siente frente a la inmensidad. Cada vez que regreso, me acuerdo de él y de cómo disfrutábamos estando ahí. Creo que en el mar es donde somos más conscientes de nuestro cuerpo, es en donde notamos cada extremidad porque estamos en contacto directo de la piel con el aire, con el agua, con la arena y con la brisa; es un aceptarse con lo que somos – quizás eso también sea parte de la edad y la aceptación de lo que somos-.