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Por Jimena de Gortari

En el marco del Parlamento Abierto para discutir la  propuesta de Ley General de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación[1], es importante destacar que:

Estamos en un contexto con un discurso polarizador y maniqueo que impacta a la sociedad en general, el cual difunde la idea de que quienes generamos conocimiento y lo transmitimos nos encontramos en un espacio de comodidad, sumado al prejuicio de distanciar o contraponer a los centros públicos y privados de investigación con la creencia de que existe una  ciencia diferenciada.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.