Me debatí varias horas para saber si debería o no darle voz a un pleito de vecindad, tan relevante como una disputa por una cascarita callejera o de dos borrachos en un bar. Al afirmar que es un tema irrelevante se vuelve tan complicado que quisiera escribir sobre el mismo.
El conflicto entre Héctor Suárez Gomis y Vicente Serrano es un absurdo. Llevan años utilizando sus redes sociales para lanzarse insultos y, por supuesto, generar tráfico (porque los haters también generan millones de vistas que monetizan personajes como el señor Serrano). De hecho, algunos periodistas, YouTubers, hasta senadores y diputados, “descubrieron” la fórmula del eterno conflicto en redes sociales para jalar vistas a sus cuentas y darles relevancia. ¿Me dirán que no hay más de un nombre que les viene a la cabeza y que sólo se dedican a ello?
De un vulgar pleito en redes sociales, el conflicto del señor Suárez Gomis y el señor Serrano subió de tono tras el encuentro en un restaurante. Serrano en una clara provocación decide “ir a saludar” a Gomis, se hacen de palabras. El actor da un manotazo, le tira y rompe los lentes al periodista.
En redes sociales Vicente Serrano insinúa que le estrellan los lentes en el rostro –lo que según testigos y el relato de Gomis nunca ocurrió–, pero lo acompaña de un video mostrando sus lentes rotos y cómo seguían insultándose.
Hasta ese momento su pleito me parecía ridículo, pero ver que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que llevaba meses en silencio, se pronuncia al respeto se me hizo lo más ruin. En 2022, ¿la Secretaría de Hacienda asignó un presupuesto de más de mil 722 millones de pesos a la CNDH para pronunciarse por estas tonterías?
¿Qué opina el padre de Debanhi Escobar? ¿Los padres de las miles de desaparecidas o asesinadas en este sexenio? ¿Dónde estaban tras el asesinato de 34 periodistas en lo que va del sexenio? ¿Por qué no decir nada a favor de niños con cáncer que siguen sin recibir sus medicamentos?
Lo peor en este caso –en este caso en específico– es que no tenían por qué intervenir. La violación de derechos humanos sólo se puede dar de una autoridad hacia un ciudadano. Un pleito entre particulares no es tema de la CNDH. ¿A poco no lo saben? ¿No tienen ni claro cuales son sus funciones y áreas de competencia? Indigna tanta ineptitud e indigna que nosotros los patrocinamos con nuestros impuestos.
¿Para qué se crea la Comisión Nacional de los Derechos Humanos? Fue en 1990, por un decreto firmado por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, curiosamente en uno de los gobiernos más represores. Se cree que fue por la presión ciudadana, pero en realidad fue parte de los requisitos que solicitaban Estados Unidos y Canadá para concretar el Tratado de Libre Comercio (TLCAN).
Porque lo vean por donde lo vean, la gestión de Rosario Piedra Ibarra es vergonzosa, pues lejos de trabajar y ver por la ciudadanía está a las órdenes del poder, esos son los únicos intereses que cuida. Bueno, y los de su bolsillo.
La CNDH es cómplice de la violencia y del crimen organizado al hacer oídos sordos a los reclamos de la ciudadanía. Un organismo que hoy nos deja en claro que no tiene ni idea de qué son los derechos humanos y que nos confirma una vez más que a la mano de Dios en un país donde no existe un Estado de derecho y la impunidad es la moneda de cambio.
@vegabiestro
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