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Por Juana Ramírez

La atención de las personas en los temas de salud ha tenido un incremento significativo y esperanzador. Para la muestra un botón: Tan solo en el reporte de búsquedas de Google, en el que se otorga un valor de 0 a 100 al interés de la gente por un tema en una zona geográfica determinada, en los últimos 12 meses este indicador para el término salud en las búsquedas de los mexicanos alcanzó un promedio de 72.9 y todo indica que esta tendencia llegó para quedarse. Por eso y porque es mi tema favorito y al que he dedicado más de 20 años de mi vida profesional, aprovecharé este honroso espacio editorial en Opinión 51 para compartir información sobre enfermedades, tratamientos, prevención, políticas públicas, avances científicos y por supuesto, para hablar de la participación de las mujeres en el sector como pacientes, cuidadoras y trabajadoras. 

Dicho lo anterior, entremos en materia. 

Cualquier día es bueno para hablar de prevención de cáncer; el 27 de julio es el Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello (CCYC) y la verdad es que poco se habla sobre este grupo de enfermedades, aunque más de un millón de personas son diagnosticadas cada año en el mundo, México se encuentra dentro de los primeros 5 lugares de América Latina con mayor incidencia, que es más frecuente en los hombres  y lamentablemente más del 60% de los pacientes se diagnostican en etapas avanzadas, lo que implica menores posibilidades de supervivencia. 

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.