Por Julieta del Río
Somos testigos de una agenda pública turbulenta que día a día nos trae sorpresas. Entre iniciativas, aprobaciones y posturas inesperadas de los actores políticos en el ámbito nacional, atravesamos un mes que, sin duda, será histórico.
Ello, sin embargo, nunca será pretexto para quienes servimos al país a través de la garantía de los derechos de todas y todos los mexicanos. Ellas y ellos son la patria; sus derechos son la única justificación de la existencia del Estado y sus instituciones, incluidas, desde luego los órganos garantes del acceso a la información pública, la transparencia y la protección de datos personales.
En el caso del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) nos mantenemos atentos y dándole seguimiento al dictamen que fue aprobado en el mes de agosto por la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de los Diputados; sobre la cual ya nos hemos pronunciado con preocupación por sus lagunas y por lo que consideramos que, de aprobarse en sus términos, pudiera ser en menoscabo del acceso a la información y la protección de los datos personales de todos los mexicanos.
Entre los pendientes que deja dicho dictamen está el futuro de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), instrumento que vino a sustituir al conocido INFOMEX. Recordemos que la PNT no sólo es un espacio que contiene la mayor cantidad de información pública de las instituciones, autoridades y gobiernos de todo el país, sino que su diseño posibilita el ejercicio de las libertades informativas. Es una tecnología única en su tipo y su arquitectura ha sido reconocida internacionalmente como una herramienta que promueve la transparencia en el Estado mexicano y más allá, abarcando a las entidades de interés público. Contiene la información que generan todos los Sujetos Obligados del país, no solo a nivel federal, cabe destacarlo, reiterarlo, repetirlo, dejarlo claro.
Como Coordinadora de la Comisión Permanente de Tecnologías de la Información del INAI, he tenido experiencias que nos han fortalecido, como la atención y el manejo de crisis que hemos realizado ante los intentos de hackeo, o cuando por las intermitencias no está en línea, por mencionar algunos ejemplos conocidos. Han sido muchos los embates, pero siempre, con responsabilidad y seriedad, hemos salido a rendir cuentas, a dar la cara y explicar los motivos, mientras trabajamos para que se vuelva a poner en línea.
Lo he dicho y hoy aquí aprovecho para reiterarlo: a alguien o algunos no les gusta que exista la Plataforma Nacional de Transparencia, quizá por eso han intentado, sin lograrlo, saquearla.
Pero, conscientes de ello, hemos invertido en su seguridad. La austeridad no será pretexto para que exista corrupción y vulneración de datos.
El periodismo de investigación ha dado muestras de la utilidad de la PNT haciendo uso de ella como una fuente de información confiable, veraz, siempre disponible y amigable. Pero no solo ellos, también las personas que consultan y solicitan información para tomar decisiones de vida. Para los que ya la usan, pero también para quienes aún no: la información pública disponible en ella está ahí: 14 mil millones de registros disponibles en todo momento para todas, para todos.
Renovar la plataforma significó un trabajo de más de nueve meses, pensando en evolucionar para que fuera todavía más fácil obtener la información que se genera en las oficinas públicas de todo el país, y esto incluye no solo a presidentes municipales, gobernadoras, gobernadores y el gobierno federal, también hay información que se genera día a día en los escritorios de los senadores, diputados, ministros, magistrados, comisionados, sindicatos, de los partidos políticos, de los fideicomisos y de todo aquel que recibe recursos públicos.
Los ciudadanos tenemos derecho a saber y conocer qué hacen quienes ostentan el poder público por encargo y mandato nuestro.
La nueva Plataforma Nacional de Transparencia contiene varias secciones nuevas: el nuevo inicio donde te preguntaremos ¿qué quieres saber hoy? También podrás conocer estadísticas, saber qué hacen todos y cada uno de los organismos garantes; quién pregunta cuántas solicitudes existen, cuántas inconformidades, por temas por sectores, ahora podrán graficar a través de filtros la información que te interese. Esta herramienta es un bien público nacional. Nadie debe destruirla, pues atentar contra la información también es susceptible de responsabilidades administrativas.
Insistiremos: la Plataforma Nacional de Transparencia debe de seguir existiendo más allá de lo que suceda con el INAI, e independientemente de quien la tutele, debe de seguir alimentándose con la información de lo que se realiza con los recursos públicos de este país, cada tres meses. La PNT evolucionó para que todas y todos la usen de manera más fácil, para conocer actos de corrupción, o bien información que te ayude a tomar decisiones de vida.
La PNT es ya una herramienta que garantiza un derecho al que los mexicanos no solo nos hemos acostumbrado, sino que hemos aprendido y del que cada vez hacemos más uso, fortaleciendo con ello, nuestra democracia; empoderando a los que menos tienen a través de la información e invitando a todos a participar de lo público, que es, por esencia, potestad irrenunciable del pueblo.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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