Por Karla Iberia Sánchez
¿Qué falló en nuestra diplomacia y en nuestras oraciones?
¿Qué falló en nuestra compasión y buena vecindad?
¿Cómo negar una herencia que nos da sopa de odio?
¿Qué diría un médico que aseguró que la violencia es una emergencia de salud global hace más de 30 años?
¿Que diría el día del ataque sobre el hospital de Al Ahli en Gaza y sus 500 muertos? Ésto:
"No creo que haya una solución a la violencia y al reciclaje del trauma que ha estado sufriendo la humanidad durante unos 5 mil años o más", enfatiza el hombre, atlético, cerca de los 80 años.
"La violencia comienza con un trauma y el trauma se ve exacerbado por quienes ya han sufrido algún trauma. Así que cuando hablamos del agresor y de la víctima, ambos están entrelazados. Son co-creadores del uno y del otro. Toda víctima se convierte en un agresor, luego entonces, el perpetrador se convierte en víctima. La historia nos demuestra que el ser humano es la única especie que da muerte y asesina en el nombre de Dios;
que da muerte y asesina para hacerse de alguna propiedad;
que da muerte y asesina por su ideología;
que da muerte y asesina, incluso, para proteger su religión en nombre de Dios.
Así es nuestra locura colectiva, que se recicla”.
20 millones de libros después, no acepta le describan como gurú. El pensador integral, llamémosle, es minucioso con sus adhesiones y sus definiciones:
"Básicamente, la doctrina religiosa genera guerras desde el principio de los tiempos.
La religión se utiliza como una herramienta, como la política, para ejercer el poder, manejar influencias y ejercer el amiguismo y la corrupción.”
Añade: “Hoy no podemos confiar en los políticos, porque obedecen a intereses especiales.
No podemos confiar tampoco en líderes nacionales, porque protegen sus propios intereses.
No podemos confiar en las empresas: la guerra y los asesinatos suponen mucho dinero para la industria del armamento; supone ganancias también para la industria médica.
La única solución, si es que hay una, es entender la anatomía de la violencia.
"La anatomía de la violencia comienza con el trauma, que lleva a la ira. La ira lleva a la hostilidad, la hostilidad lleva a la venganza, y todo eso produce la inflamación del cuerpo-mente. En personas, familias, comunidades o naciones. Como médico -explica- he visto mucho sufrimiento: me di cuenta que todo lo que hacemos para aliviar el dolor de nuestros pacientes es muy superficial. Me di cuenta que debemos incluir la mente, el cuerpo y la espiritualidad para traer la paz"
-¿Hay verdades absolutas, entonces? ¿No es usted parte también del "profit" de la esperanza?
-No me interesa dejar un legado y tampoco hago ninguna promesa. Sólo comparto mi razón de ser pacífico. Eso es todo.
- Doctor, le hago esta pregunta para tratar de entender: ¿En qué lugar exactamente la religión, los guías y los mentores del crecimiento espiritual dejaron de bastar para sanar el dolor de nuestra alma?
Respira: “Reitero: No confío en los líderes religiosos porque son figuras institucionalizadas”
- El sábado pasado, cuando se fue a dormir y vio el primer ataque en suelo de Israel, ¿qué fue lo que pensó, profesor?
“No me sorprendió para nada. Ya lo esperaba”.
“Todo lo que estamos haciendo para resolver ese conflicto está equivocado. Hablar de quién es el culpable y quién no es lo que hemos hecho durante miles de años.”
Hoy, con casi 10 millones de seguidores lanza una propuesta para formar facilitadores de paz.
“Hay otras técnicas. Respeto por tus adversarios, reconocer la injusticia que sufren ambas partes, reconocer los valores verdaderos de unos y otros, renunciar a la beligerancia, reconocer que el temor es la causa de todo conflicto. “
Jefe de staff del New England Memorial Hospital hasta que conoció la medicina ayurvédica, ha sido catalogado como uno de los 100 héroes e íconos de nuestro tiempo, se niega a la figura de rockstar del “wellbeing”.
Viene a México. ¿Por qué?
“La anatomía de la ira está conectada a la anatomía del dolor, está conectada a la anatomía de la violencia, está conectada a la anatomía de la inflamación y está conectada a la anatomía de la enfermedad. También está conectada a la anatomía del conflicto a nivel global. Todo es inflamación en el cuerpo-mente. La compasión, la alegría, la empatía y la ecuanimidad, la paz generan homeóstasis y autorregulación en el cuerpo. Si la gente tratara esto como una crisis de salud, creo que habría más gente dispuesta a escuchar.
-Por favor, ¿podría compartir una idea para un país como el mío que sufre tanta violencia?
La única manera de aliviar el sufrimiento es ayudar a alguien más con su sufrimiento.
Gracias, Deepak Chopra.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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