Por Kimberly Armengol
En estos tiempos que se vive el mundial de futbol en Qatar hemos visto con una mezcla que va entre el horror y la normalización una serie de violaciones a los derechos humanos que se han cometido y se siguen perpetrando en aquel país.
Los números de los migrantes muertos durante la construcción de los estadios y la infraestructura para la realización de los juegos es una cifra alarmante que no puede ser constatada cabalmente puesto que, por un lado, está la minimización oficial que busca desviar la información y los datos que provienen de fuentes indirectas que tampoco son necesariamente confiables.