Por Leticia Bonifaz
“Si ves una frontera crúzala, después voltea y verás que nunca existió.” Esas palabras las escuché del jurista Michele Taruffo. Él bromeaba: “las tomé del diario apócrifo de Gengis Khan”.
El término frontera sirve para referir los límites que se trazan entre un país y otro. Las fronteras siempre son convencionales, aunque, en muchas ocasiones, alguna de las partes fue la débil en la Convención. Las fronteras se mueven dependiendo del poder de un país respecto de otro u otros. Así se asumen los nuevos dominios.
Hay fronteras invisibles, otras muy marcadas; hay fronteras amables y otras ofensivas y amenazantes. Por las ficciones del derecho, si cruzo un límite fronterizo, dejo de ser nacional y me convierto en extranjera.