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Por Leticia Bonifaz

Los sucesos recientes protagonizados por Samuel García en Nuevo León dan pie a infinidad de comentarios y suspicacias. Este 2023 va a quedar en la memoria como el año de las campañas anticipadas y de las primeras mujeres contendientes con posibilidades reales de ganar la presidencia en el 2024.

Movimiento Ciudadano no se integró ni a la alianza que formó el partido en el poder, pero tampoco a la alianza opositora y eligió el perfil de alguien que podría atraer el voto de aquellas personas que jamás elegirían a una candidata mujer y también con la apuesta que podría atraer el voto joven de las clases medias altas. 

La paradoja es que, en este segundo objetivo, para su campaña a gobernador y para la presidencia frustrada, iba a ser clave el fenómeno que es en redes sociales su esposa Mariana que cae en el prototipo de una influencer.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.