Document
Por Lidia González
audio-thumbnail
🎧 Audiocolumna
0:00
/130.008

El próximo año trae consigo cambios radicales, y entre ellos, la regulación de plataformas digitales promovida por Claudia Sheinbaum. 

Aunque nos lo presentan como una mejora, la realidad es muy distinta. Miles de conductores y repartidores en este país seremos gravemente afectados. Sí, el plan ofrece seguridad social, pero a un costo que muchos no estamos dispuestos a pagar: la pérdida de la flexibilidad laboral que tanto valoramos.

Quienes trabajamos en plataformas, somos independientes. Elegimos nuestras rutas, horarios y decisiones. Si algo nos hace sentir inseguras, tenemos la libertad de cancelar. Este modelo no solo nos da ingresos, sino también autonomía. Con los cambios propuestos, perderíamos incentivos clave que hoy nos permiten aumentar nuestras ganancias semanales. Nos convertiríamos en empleados, subordinados, con horarios fijos y menos control sobre nuestras vidas.

Para muchas mujeres como yo, la flexibilidad de este modelo es invaluable. Nos permite cuidar del hogar, estar presentes en los momentos cruciales de nuestros hijos y adaptarnos a sus necesidades. ¿Podremos seguir contando con este beneficio tan esencial? Muchas somos madres y padres a la vez, sin redes de apoyo. Cuando un hijo enferma, sabemos que podemos tomarnos uno o dos días sin miedo a perder nuestro ingreso. Ser subordinadas nos quitaría esa posibilidad.

El impacto no solo será económico, sino también emocional. El tiempo que hoy podemos dedicar a nuestras familias se verá reducido drásticamente. Nos están quitando lo más valioso de este modelo: la libertad de decidir cómo y cuándo trabajamos.

Por favor, abran espacios para escuchar nuestras voces. No basta con hablar con los altos mandos de las plataformas. Hablen con nosotras, quienes día a día contribuimos al funcionamiento de esta ciudad. Nuestro trabajo no solo mueve a las personas, sino que mantiene en marcha una sociedad que depende de nuestros servicios. Merecemos ser escuchadas.


Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.