Por Lilian Briseño
Decía el político e intelectual mexicano Jesús Reyes Heroles, que “en México, la forma es fondo”, para dar entender que la manera en la que se presentan y ven las cosas, puede ser mucho más elocuente que las explicaciones que se dan a propósito de tal o cual circunstancia.
Según esto, todo tiene un significado y todo da un mensaje más allá de lo que se dice explícitamente. En un evento político o de cualquier tipo, por ejemplo, es importante leer entre líneas para entender las filias y fobias que no se dicen, pero existen. ¿A quién se saluda y a quién no? ¿Quiénes se suben al presídium? ¿Quién come en la mesa del anfitrión? ¿Quiénes salen en la foto? ¿Qué no se dijo, pero se evidenció?
Hay ocasiones en las que, incluso, un traspiés puede dar una impresión que nunca se buscó -o tal vez sí. Recuerdo aquí uno de los eventos que mereció una aclaración explícita del presidente Carlos Salinas de Gortari cuando, tras los levantamientos del EZLN en 1994, nombró a Manuel Camacho como negociador del conflicto, dándole un rol protagónico en un momento clave país y opacando de alguna manera el “destape” de Colosio como candidato del PRI a la presidencia. La confusión llegó a tal grado, que el mismísimo Salinas debió salir a aclarar: “no se hagan bolas”, porque, en efecto, la forma parecía contradecir el fondo.
Fidel Velázquez, otro pez gordo de la política nacional, líder eterno de los trabajadores y de filiación priista, afirmaba por su parte que en México “el que se mueve, no sale en la foto”. Daba a entender, con ello, que había que guardar respeto a las formas, a los tiempos y mostrar disciplina ante las decisiones, so pena de quedar fuera si dudabas. Así, “el que se mueve, no sale en la foto”, se volvió un clásico de la política y, obvio, todos querían salir en ella, por lo que más vale no moverse.
Ambas cosas pasaron en México el pasado 9 de marzo, durante la concentración convocada por la presidentA en el Zócalo capitalino, donde se evidenció de manera clara y cruda que las dos premisas continúan vigentes. En nuestro país: “la forma es fondo” y “el que se mueve, no sale en la foto”.