Por Lillian Briseño
Con toda la tinta que ha corrido a propósito del beso -“piquito”- que le propinó Luis Rubiales a la jugadora Jenni Hermoso tras haber conseguido el campeonato del mundo, y considerando las propias declaraciones del hasta entonces presidente de la Real Federación Española de Futbol, vale la pena imaginar algunos escenarios sobre las consecuencias que este acto hubiera tenido si cambiamos el sexo de los protagonistas.
Escenario 1: El beso se lo da el presidente de la federación a otro hombre.
¿Qué hubiera sucedido y quiénes se hubieran sentido ofendidos ante tal “atrevimiento” por parte de una autoridad hacia un jugador de futbol? Pongamos, por caso, que el presidente de la Asociación Argentina de Futbol le hubiera dado un “piquito” a Messi en medio del júbilo que se desató tras ganar la pasada copa del mundo.