Lourdes Contreras

Fracasos íntimos

De entre tantas mujeres haciendo historia diariamente en los negocios, la literatura, la arquitectura, el deporte, el arte, la filantropía y la política, Poniatowska destaca por el poder de su palabra

Su tono de voz es dulce pero su palabra es contundente. Ríe. Abraza con ternura, observa con detalle a su alrededor y pregunta, todo el tiempo pregunta... Todo el tiempo es periodista.

Elena Poniatowska figuró en la portada de la Revista Forbes por ser una de las Mujeres más Poderosas de México en 2014. ¿Y por qué yo?, dijo. “Porque la palabra es poder”, respondí.

En la sesión para realizar esa gran portada, entre empresarias, funcionarias, campeonas del deporte, activistas y aguerridas periodistas –donde cada una brilló por su personalidad, actitud y esencia– Elenita lució por su grandeza.

Sobre su vida, dijo: “la he vivido haciendo tonterías”. Para ella, “toda la vida de uno es de íntimos fracasos”. Se refirió así a los esfuerzos sin resultados, a los intentos sin éxito…

Incluso, platicó que detrás de cada libro que ella publica hay hasta diez borradores. ¡No lo habría imaginado!

Forbes fue mi último medio como reportera antes de incorporarme a la comunicación corporativa, y “Mujeres Poderosas” mi última edición y la número 22 de la Revista en México. Conocer personas, admirarlas de cerca, escuchar y aprender es de lo mejor.

Del sello de sus pensamientos hay mucho en sus libros, en sus motivadores discursos, en las claras ideas que expresa en distintos medios pero yo escuché a la Elena sencilla y dulce acercarse a otras mujeres poderosas y expresarles cariño y admiración por su talento, belleza o pensamiento.

La voz de Elena Poniatowska Amor era especialmente poderosa en 2014 cuando recibió el Premio de Literatura, Miguel de Cervantes, el más importante reconocimiento a la creación literaria en lengua castellana.

Fue la cuarta mujer en obtenerlo, mientras que a esa fecha 35 hombres lo habían recibido. En su discurso habló de trascender. “…Espero volver, volver, volver y ese es el sentido que he querido darle a mis 82 años. Pretendo subir al cielo y regresar con Cervantes de la mano para ayudarlo a repartir –como un escudero femenino– premios a los jóvenes que como yo hoy, 23 de abril de 2014, Día Internacional del Libro, lleguen a Alcalá de Henares…”