Por Luisa Cantú
La siguiente persona que ocupe la Secretaría de Salud debe estar libre de conflictos de interés con las industrias de comida ultra procesada, tabacalera o farmacéutica. Parece una obviedad pero nuestra historia y contexto obligan a exigir a la luz de los nombramientos que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, seguirá haciendo en los próximos días.
Las dos principales causas de muerte en México son las enfermedades del corazón y la diabetes mellitus y la prospectiva actual es que ese panorama se mantenga y empeore: la obesidad infantil ha crecido 120% en las últimas tres décadas.
¿Cómo llegamos aquí? Aunque la respuesta es multifactorial hay un componente medular e innegable: la ingesta desmedida de alimentos de alta densidad calórica que no nutren. Una ingesta provocada por la desinformación dolosa, el acceso prioritario en espacios clave como las escuelas y autoridades que por décadas fueron omisas y, francamente, cómplices.