Por Mariana Conde
Este año, el emblemático semanario The New Yorker cumple su primera centena de años de existencia. Este logro es especialmente extraordinario en tiempos en los que la industria de publicaciones impresas lleva décadas en crisis y ha visto desaparecer un sinfín de proyectos serios de periodismo y reportajes escritos.
Se dice que parte del éxito y longevidad de la revista es que sigue siendo fiel a sus valores de responsabilidad periodística, claridad, crítica irreverente, arte, literatura, humor y una estética inigualable. Sus suscriptores aseguran que llevan una relación con The New Yorker más larga que muchos matrimonios, y la revista ha logrado, a través de distintas estrategias de comunicación directa y newsletters, aumentar sus suscripciones, estimadas en 1.2 millones hasta finales del año pasado.
Pero, como todo proyecto, sus inicios fueron bastante inciertos.
The New Yorker comenzó en 1925, fundado por los esposos Harold Ross y Jane Grant, ambos inmersos en el mundo del periodismo desde jóvenes. A su llegada a Manhattan, decidieron crear una revista humorística y consiguieron un socio financiero. Sobra decir que los primeros números tuvieron poco éxito y lo más valioso que ha sobrevivido de ellos es su icónico logo y tipografía. Además de este poco alentador comienzo, Harold, aficionado al póker, perdió por esos mismos días 20 mil dólares en una sola sentada; tuvo la suerte de que su inversionista siguiera creyendo en el proyecto y, meses después, la revista ya estaba despegando.
Cien años después, esos orígenes son parte de la leyenda de nacimiento de una de las publicaciones más longevas y exitosas que conocemos.
En Nueva York –y los Estados Unidos en general– este jubileo es tan importante que, además del obligado número de aniversario con seis portadas diferentes de distintos ilustradores y de varios eventos propios, hay múltiples esfuerzos para marcar este hito. La biblioteca pública de Nueva York inaugura este mes una exhibición al respecto que durará un año: Un siglo de The New Yorker, y Netflix lanzará un documental, The New Yorker Centennial Documentary, de Marshall Curry (hay una serie previa, de 2016 en Amazon Prime, pero, por desgracia, no está disponible para ver en México).