Por Marilú Acosta
Es momento de hablar del personaje en el cual converge el Caso Luján.
El Dr. Jesús Estuardo Lujan Irastorza es un ejemplo de superación personal. Salió de su casa en Nogales, en el estado de Sonora, para estudiar medicina general en Guadalajara, Jalisco. De ahí se pasó a la capital del país para hacer una especialidad en ginecoobstetricia y otra en biología de la reproducción humana. Llegó hasta Suiza para hacer un Master en reproducción asistida y genética molecular. Consiguió 30 inversionistas para crear el Hospital Bité Médica y cumpliendo el sueño de cualquier capitalista, casi 10 años después lo vende a una empresa transnacional.Sin soltar sus raíces nombra su hospital con una palabra en rarámuri: Bité, que significa vida. Durante su práctica médica este sonorense conquista la Ciudad de México y se convierte en un Rockstar de la ginecoobstetricia. Pacientes, dulas, médicos, personal de enfermería, inversionistas, proveedores, etc., se enorgullecían de decir: estoy con el Dr. Luján.
Escribe artículos, dicta conferencias, es invitado a programas de radio, televisión, podcasts y espacios en YouTube. Su nombre se convierte en una sólida marca asociada con el concepto de parto humanizado y se le endiosa por usar una bata blanca y otorgar el milagro de la vida.