Por Marilú Acosta
La sociedad ha construido la comicidad del siglo XXI encima de una gran mentira: asumen que la risa es graciosa, pero no lo es. La risa, si bien es una forma de expresar lo cómico, en la mayoría de las veces se utiliza como mecanismo de defensa ante una situación que no se sabe manejar. Esta confusión ha permitido que bullies se ostenten como comediantes, o creadores de contenido, cuando en realidad son -según la definición de la palabra bully- bravucones(as), matonas(es), abusón(a), porque intimidan, amedrentan y atemorizan.
En su Poética, Aristóteles expone la diferencia entre la tragedia y la comedia, como géneros dramáticos. La tragedia expresa el sufrimiento, la muerte y los sucesos dolorosos de la vida humana. Su final es catastrófico, generando compasión por el héroe o temor por lo que le sucede. Ante estas emociones provocadas durante la puesta en escena, el alma de los espectadores se purifica: hacen catarsis. Los personajes trágicos son héroes impecables, representan un arquetipo de humano excepcional, que caen en desgracia por un destino; al cual luchan por vencer sin lograrlo. El final es trágico y predestinado.
Por otro lado, los personajes de la comedia son imperfectos, sus acciones no son ejemplares, más bien son malogrados o como los griegos interpretan la estética-belleza: los personajes cómicos son feos. La comedia representa el sinsentido de la vida, sus tropiezos y deficiencias; retrata la estupidez, barbarie y vulgaridad de su sociedad. Nunca, lo defectuoso de lo cómico debe ocasionar dolor. Si lo ocasiona, sale del ámbito de la comedia y entra en el del terror.
Más de dos milenios después de Aristóteles, Henri Bergson analiza la risa y encuentra que la mayor enemiga de la risa es la emoción. Para reír, es necesaria la insensibilidad, si tenemos emociones involucradas en el tema o en la persona, será imposible reírnos, porque duele, preocupa, da miedo, enoja, da ternura o la emoción que se tenga será la que salga a la superficie primero, antes que la risa. De aquí que se contemple a la risa como un buen mecanismo de resiliencia. Porque para reír hemos de separarnos de la situación y el desapego nos permite salirnos del problema y verlo desde fuera, con una mirada distinta.
Las carcajadas (más no la risilla) son analgésicas, de alguna manera nos desensibilizan, ya que disminuyen hasta 10% el dolor y aumentan su tolerancia, cuando se expulsa todo el aire de los pulmones por las carcajadas, por lo menos durante 15 minutos. En el estudio que permitió medir la analgesia de las carcajadas, los standuperos reprobaron como analgésico porque sacaron risillas, más no lograron las carcajadas. La comedia situacional, como la serie Friends, sí lograron carcajadas analgésicas.
Lo absurdo, la ruptura de la lógica es lo que genera risa. Lo que no es absurdo, es burla, abuso o intimidación. Cuando alguien le cuenta a otra persona que no sabe dónde dejó su celular, durante una llamada de celular, la otra persona pudiera darle opciones para buscar el teléfono, es una conversación absurda, cuando caigan en cuenta que el teléfono lo tiene en la mano, soltarán carcajadas. Es el olvido, la distracción que rompió la lógica lo que provoca carcajadas. La demencia, una patología, ¿genera risa?
La caída genera risa, porque la(lo) han sentado(a) contra su voluntad. Lo involuntario es una ruptura de la lógica. Sin embargo, cuando la caída genera un problema de salud, ¿da risa? El dolor, la sorpresa y el terror generan risa, una risa nerviosa como mecanismo de defensa, por incomodidad, por miedo, no por gracioso, sino por la incapacidad absoluta de empatía.
Dicen los defensores de la risa standupera o youtubera que la generación de cristal no aguanta nada y que cuando Polo Polo era comediante no se quejaban. Hay algunos atenuantes, Polo Polo contaba historias, generaba comedia situacional y lo más importante, en su época de oro, en los 80’s y 90’s, no había asesinatos, feminicidios, ni tanta agresividad en la sociedad. El humor negro, sólo se refiere a las tragedias personales, no a generar terror, miedo o incomodidad en los demás. Esa risa, no es graciosa, es una mueca que el sistema nervioso central utiliza para decirle al depredador(a) que no los ataque, Jamás se generará una carcajada de la risa nerviosa o de la risa que súplica indulgencia.
Las bromas, la comedia o el contenido digital artístico, no aumentan los suicidios en adolescentes, las burlas, la intimidación, el abuso, sí.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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