Por Marilú Acosta
Hans Christian Andersen (Dinamarca, 1805-1875) escritor de múltiples géneros, es un referente de tal magnitud que tres premios literarios llevan su nombre y se tomó su cumpleaños, el 2 de abril, para convertirlo en el día internacional de la literatura infantil y juvenil (LIJ). Desde 1956 se premia a un escritor de la LIJ y desde 1966 a un ilustrador, estos premios se conocen también como el Nobel de la literatura infantil y juvenil. El tercer premio es bianual, se otorga desde 2010 para el escritor que se asemeje a la calidad y diversidad de Andersen. Uno de los cuentos emblemáticos de Andersen es El traje nuevo del emperador (Kejserens nye Klæder), también conocido como El rey desnudo, publicado dentro de Cuentos de hadas contados para niños (Eventyr, Fortalte for Børn, 1837). En este cuento, la tela que conforma el traje nuevo es tan especial que no la puede ver quien es incapaz para su puesto o un estúpido. La profunda inseguridad del emperador lo hizo convencerse y convencer a los demás que no estaba desnudo. Él, sus empleados y el pueblo comentaban con fervor las cualidades de la tela, del corte, de lo elegante que se ve el emperador al desfilar con su traje nuevo. Sí, una mentira repetida muchas veces, sobre todo envuelta en la vergüenza de la estupidez puede transgredir el umbral de la verdad. No por mucho tiempo, porque la verdad tiene sus propios mecanismos para sacar las mentiras a patadas. Así pasamos de las alabanzas al traje nuevo a las risas por un rey desnudo.
La LIJ tiene muchos géneros y más malos entendidos. Los seres humanos en desarrollo generan mucha controversia y la pedagogía ha querido poner sus reglas y análisis a la LIJ. Considera que estos adultos en potencia no pueden abstraer, extrapolar, comprender distintos significados y hacer hermenéutica (interpretar, explicar, traducir en otros términos), por lo que la pedagogía define a la LIJ como textos simples, con moraleja que eduque en el deber ser. Desde la literatura es evidente que una característica básica de la LIJ es la subversión (trastocar el orden establecido), además de tener una función iniciática, la LIJ es una experiencia personal que te lleva a descubrir quién quieres ser. Alison Lurie (Estados Unidos, 1926-2020), escritora y precursora de la enseñanza de la LIJ desde 1970, dice que la LIJ debe tomarse en serio porque es subversiva y sus valores no son los del mundo adulto convencional, también afirma que la mera existencia de la LIJ implica que lo que importa realmente es el arte, la imaginación y la verdad (Don’t tell the grown ups - No le digas a los adultos, 1990).
Uno de mis libros favoritos de literatura infantil y juvenil es Emigrantes (2006), de Shaun Tan (Australia, 1974), las dos únicas palabras que hay en sus 128 páginas son el título: The Arrival. Esta novela gráfica tiene una estética extraordinaria en sus imágenes con las que genera un torbellino de emociones. Puedes pasarte varios minutos observando una sola imagen y después otros tantos viendo el conjunto de esa página. Lo que te toca es tan profundo que carece de fonemas, sólo se puede sentir. La historia es de una familia que llega a un lugar tan desconocido que lo que es cotidiano para unos, es extraño para otros. Esta sensación me hace preguntarme si fue por la subversión de la LIJ que Naciones Unidas decidió en 2007 que el día mundial de concientización del autismo, o del trastorno del espectro autista (TEA), fuera también el 2 de abril. Las personas con TEA somos distintas en nuestra configuración del sistema nervioso. El funcionamiento de nuestro cerebro trastoca el orden establecido por los otros (o por el mundo convencional). Además no hay dos cerebros con TEA que funcionen igual, cada persona es autista en particular, de ahí que se llame espectro.
Pienso que el muchacho que señala la desnudez del emperador estaba dentro del TEA. Que la mirada desconcertada ante lo diferente en The Arrival refleja la distancia que existe entre los distintos cerebros. Que lo más cerca que vamos a estar de Dinamarca, será de los Cuentos de hadas de Andersen y no de su sistema de salud. Que la migra debería de leer Emigrantes, para empatizar con lo que están viviendo quienes buscan una mejor vida y más cuando sucede una tragedia. Y que el emperador debería de dejar de culpar a los demás por decidir ponerse un traje nuevo que reveló su desnudez.
Feliz sábado, día de la literatura infantil y juvenil y de la concientización del trastorno del espectro autista.
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