Respira
Maru Escobedo, CEO de BMW Group México.
Un homenaje a la mujer moderna de Opinión 51 en colaboración con Tiffany & Co.
Maru, habla con pasión de todo lo que le gusta, y le gustan muchas cosas: los chocolates, los chilaquiles, los coches, pasar tiempo con su hijo, las motos, correr y cuidar el medio ambiente, más lo que se junte este mes.
Cuando regresó de Alemania, después de haber vivido ahí dos años, cenó chilaquiles todas las noches, nos recomienda la Chilacombi, por sus chilaquiles, pero también platica con pasión sobre lo que representa como emprendimiento. Y de los coches: la tecnología.
“Cuando hay lanzamientos (de coches) digo ya no me van a sorprender y siempre hay algo que te hace decir ¡wow!”.
El secreto es que no hay secreto, llegó a una industria que ama y se ha dedicado a trabajar. Le apasiona también pasar tiempo con su hijo, y ahora hacer ejercicio ha sido la forma en que encuentran momentos para compartir. Y lo que pocas veces hace, pero disfruta al máximo cuando tiene la oportunidad: acostarse a ver una película con su hijo acompañada de Maria y Concha, sus yorkies.
Maru nunca se ha sentido discriminada por ser mujer, y tiene razones para decirlo, es la primera persona mexicana en convertirse en CEO de BMW Group México. Sin embargo, recuerda con ironía, cuando ella estaba en precio y producto y participaba en los autoshows, no faltaba quien le pidiera ser dirigido con un hombre que le explicara las características del coche. Después de que explicara absolutamente todo, alguno que otro respondía: “te lo aprendiste muy bien”.
Su causa: el medio ambiente. La pandemia ayudó a que se coordinaran los esfuerzos en casa, y su hijo fue quien inició la ola con la separación de basura. Después comenzó la preocupación por el uso del agua, con reloj en mano busca que nadie se tarde más de 3 minutos en bañarse “¡no necesitas más!” Y la pregunta constante de ¿qué más puedo hacer desde donde me toca? Busca usar poco la lavadora, y junta cáscaras de huevo para un proyecto de composta que ayuda a personas en proceso de reinserción.
A la pandemia también le debe retomar el amor por las motos. “Es una sensación de libertad increíble.” La única otra situación que le da esa sensación de libertad es otra de sus pasiones: correr.
Su mamá tardó en aparecer en la conversación, pero una vez que llegó, no se fue y nos llenó de frases que se han convertido en lemas de vida:
“Todos los días haz algo que te dé un poquito de miedo, y así vas a ir quitando tus miedos.” Otra cosa que le decía su mamá cuando se sentía frustrada: “El cielo es enorme, siempre hay espacio para todas las estrellas.”
Siempre estaba de buenas y eso la llenaba de paz. Le enseñó a poner las cosas en perspectiva. Su hermano mayor es también su guía, sus hermanas sus confidentes.
La mayor sorpresa: quiere seguir aprendiendo. “Tengo muchas ganas de volver a estudiar, la pandemia me dio esa inquietud, y me metí a cursos en línea de programación, para usar Canvas, uno de Apple para todas las funciones de Mac.” Y si le pudiera dejar un solo consejo a su hijo sería que no se preocupe de nada, que sea feliz, todo siempre se resuelve: “que disfrute”.
No cabe duda de que el cielo no solo tiene suficiente espacio para ella, sino que está de acuerdo en los planes para seguir aprendiendo, de pronto, a hablar portugués, pues pocas semanas después de esta entrevista, se hizo público que su nuevo destino profesional está en Brasil.
Boa viagem, Maru.
En todas las fotografías Maru lleva joyería de Tiffany & Co.
Foto: Santiago Ruiseñor | Maquillaje: Roberto Sierra
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