Siempre damos lo mejor de nosotros y hacemos nuestro mejor esfuerzo, con las herramientas que tenemos a nuestra disposición. A pesar de esto, muchas veces nos quedamos con la sensación de que no fue suficiente, entonces la culpa inunda nuestro cerebro y abruma nuestro corazón. La culpa, en lugar de ayudarnos a mejorar, se convierte en un lastre que nos impide avanzar. Con esta meditación vamos a limpiar nuestro cuerpo de la culpa, creando espacio para el perdón y el movimiento hacia la evolución.
Si nunca has meditado, sólo sigue mi voz.
¡Disfruten!
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