Por Melissa Ayala

Nos encontramos en un momento decisivo para la historia de nuestro país. Como ya es sabido por todas y todos, una de las principales propuestas de nuestro actual presidente, y todo indica que de nuestra presidenta electa también, es la elección vía voto directo de todas las juezas, jueces, magistradas, magistrados, y ministros que integran el Poder Judicial. 

Me considero una persona que ve los grises en una época donde se nos demanda ver o todo blanco o todo negro; sin embargo, esta propuesta me parece un sin sentido a todas luces. Los Poderes Judiciales, porque no solo hay uno, le han fallado en distintas formas a la ciudadanía, eso todas y todos lo sabemos. Podemos hablar de las sentencias ininteligibles que se emiten en la mayoría de los casos, de los rezagos que existe en la impartición de justicia, de cómo el país está lleno de abogadas y abogados que cobran por hoja y presentan demandas de 150 páginas con tal de cobrarle más al cliente. También podemos hablar de la corrupción y nepotismo que existe dentro de los poderes judiciales. Vaya, debemos de hablar de ello y buscar cómo resolverlo.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.