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Por Mónica Hernández

La humanidad es muy variada, solo falta asomarnos a un libro de fotografías que retrata la Belleza, desde el concepto metafísico hasta el Tik Tok, en los rostros de cientos mujeres alrededor del mundo. Ahí podemos observar colores de ojos, de piel, de cabellos lisos, ondulados y rizados. Ahí vemos cómo se visten las “otras” en las esquinas del planeta que es casi redondo. También vemos pieles lisas y otras con las arrugas ganadas con años de vidas vividas.

Personalmente, me gusta imaginar lo que sería un día cotidiano metida dentro de sus cuerpos. Curiosa natural.

Lo que no cambia, ni ha cambiado en los siglos que llevamos de civilización es la necesidad de callar a estas mujeres. Cierra la boca parece ser un denominador común dirigido a las mujeres del mundo. Pensemos en una modesta oriental, varios pasos por detrás del marido. Imaginemos una mujer musulmana, bellísima, debajo de metros de tela negra. ¿Y si hacemos un trazo mental de una occidental? Dejaré a las latinas para otro día, por favor.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.