Por Mónica Hernández
Mahsa Amini murió el 16 de septiembre de 2022. Pero las causas que la llevaron a morir no se fueron con ella. Encendió una mecha que con el paso de los meses se ha ido si no apagando, fundiendo en la cotidianidad, esa miserable y molesta consciencia que empuja a las niñas de hoy, mujeres de mañana, a que renuncien a un derecho tan elemental como la educación. Al menos, esa parece ser la intención.
Desde noviembre pasado, 900 niñas (niñas, no niños) han resultado intoxicadas en el interior de las escuelas. A mediados de febrero de 2023, 194 niñas empezaron a toser en cuatro escuelas, de manera simultánea. Niñas que comenzaron a ahogarse, marearse, sufrieron náuseas, vómito. Algunas se desmayaron y a todas les faltaba el aire. Las ambulancias se daban prisa desde los centros escolares a los hospitales. La mayoría en la ciudad de Qom, pero también sucedió en Borujerd y en la ciudad de Pardis, cerca de la capital, Terán. 900 niñas intoxicadas en menos de cuatro meses son muchas para ser casualidad.