Por Nurit Martínez

La emoción que se genera cada año al inicio del ciclo escolar en la primaria o secundaria no solo es encontrarse con nuevas amigas y amigos en el salón de clases, sino conocer y descubrir la personalidad de una maestra o maestro que se convierten en los más queridos, o bien, los que nos causan verdaderos dolores de cabeza si no logramos entender bien lo que enseñan. ¿Pero han imaginado qué pasa cuando en todo un año no es asignado un profesor a un grupo completo de hasta 28 alumnos?

En el día a día, es el director o la directora, quienes deben notificar a sus superiores de la falta y así subir la petición a la Secretaría de Educación Pública, pero si los días y meses pasan, se convierte en una demanda de la organización sindical en turno.

Esta es una de las principales irregularidades que hay en las escuelas del país y que en los últimos años hicieron cuestionar la existencia de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (Usicamm), creada en la contrarreforma educativa de 2019.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.