Por Nurit Martínez
Las iniciativas de reformas constitucional del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia educativa son una buena noticia para el sector, porque al dejar fuera varios de los programas que impulsó su administración abre la puerta a recuperarse del desastre, el abandono y la falta de pericia para mejorar la tarea docente y la calidad del sistema.
Al no incluir al menos tres de las reformas impulsadas en la educación básica considero que es un reconocimiento tácito de que su administración no está satisfecha de lo ocurrido con los libros de texto, la Nueva Escuela Mexicana y la Escuela es Nuestra.
Vayamos por partes. Si hablamos de los maestros, lo que se advierte en las últimas horas es una revuelta en las benditas redes sociales por parte de los maestros, encabezados por su dirigente Alfonso Cepeda, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que ha lanzado el grito de guerra: ¡Fuera Usicam!