Por Nurit Martínez

En la designación del primer bloque de funcionarios que acompañarán a la presidenta electa Claudia Sheinbaum en su gobierno causó grata sorpresa la creación de la Secretaría de Ciencias, Humanidades, Innovación y Tecnología por la relevancia que se dará a este sector como palanca del desarrollo nacional, sin embargo, lo que aún no queda claro es si eso significa una reestructuración a la Secretaría de Educación Pública y, al fin, que la educación superior tome el protagonismo que requiere en una articulación con la ciencia.

Es un hecho que a lo largo de las últimas tres administraciones los gobiernos del PAN, del PRI y de Morena tuvieron como prioridad la reconfiguración de la educación básica y por ello colocaron en el centro del debate la necesidad de una reforma a la educación básica.

Durante el gobierno del panista Felipe Calderón, de la mano de la entonces lideresa Elba Esther Gordillo Morales, más que del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), se impulsó una reforma que transformó libros de texto que resultaron en graves fallos de contenido y una plaga de errores ortográficos.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.